El mago apuntó la varita mágica al público y dijo:
—¡Abracadabra patas de cabra!
Una nube de humo blanco inundó el teatro y los espectadores desaparecieron en el acto. Rascándose la cabeza, el mago contempló perplejo los asientos vacíos del silencioso teatro; mientras que los espectadores miraban sorprendidos el solitario escenario.
Sobre el autor:
Sergio Fabián Salinas Sixtos
1 comentario:
Muy bueno, me encantó :)
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