No me importa que en el cielo haya estrellas.
No me importa que ahí afuera aúllen los perros solitarios.
No me importa qué quise ser, no me importa en qué me convertiré.
En un tiempo fui joven, un día me moriré.
Pero estoy aquí, mientras tú duermes. Escribiendo con un whisky en la mano y varios en la sangre, sintiéndome Bukowski.
Sobre el autor:
Rafael Blanco Vásquez
1 comentario:
¡Muy bueno, Rafael!
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