Muchos mensajes enviados en los medios electrónicos jamás llegan a su destino. No quiere decir que las redes sociales fallen. Lo que ocurre es que los receptores de los mensajes desean posponerlos, quizá un rato, quizá de manera definitiva. Para ello van al icono “Acciones”. Luego seleccionan: “Marcar la conversación como no leída”.
¿No bastaría pronunciar frases claras?
“No me interesa leerte. No tengo tiempo para lo que propones. Me da lo mismo. Ya no escribas”.
Quizá precisen escribir algo contundente para los más tercos.
“Resulta imposible destinar mi tiempo a saber de ti; por favor no vuelvas a notificar nada que te involucre”.
Quizá lo más sencillo para el receptor de los mensajes que desea mantener anónimos sería eliminar al indeseable emisor de mensajes que ni siquiera desea recibir.
Quizá debería existir una opción que dijera:
“Soy vouyerista y me gusta saber de ti sin que te enteres.”
Acerca del autor:
José Luis Velarde
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