Se despertó en una cama desconocida, encerrado en un cuerpo que no era el suyo. Comprendió entonces que no había muerto, que los setenta y tantos años que creía haber vivido, eran sólo un sueño extenso, tal vez una larga pesadilla, de la que acababa de despertar. Se tomó medio bote de somníferos, y se acurrucó entre las sábanas, esperando volver a nacer.
Tomado de Realidades para Lelos
3 comentarios:
¿O no despertar jamás?
Me gusta, me gusta.
BBesos
Conciso como un dardo. Un dardo en el tema del extrañamiento y el paso del tiempo. Casi nada.
Me ha gustado mucho.
Besos.
excelente...
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