Dame la patita, le ordeno, y él obedece sin rechistar. No, la otra, insisto poniéndolo a prueba, y él acata de nuevo la orden. Ahora, como recompensa, nos vamos de paseo, le propongo, pero por mucho que lo intenta, no logra seguirme sólo con el impulso de las patas traseras.
Tomado del blog: Realidades para Lelos
3 comentarios:
Pero que te hizo el pobre perro?
Besos desde el aire
¡oh¡ triste pero muy bueno. Me gusta, además la fotografía le acompaña.
Un abrazo
¡Qué relato tan cruel! La carita del perro me aniquiló...
Besos
BB
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