miércoles, 2 de noviembre de 2011

El ario puro - Jesús Gómez Fernández


—Será alto, rubio, de ojos azules y, por supuesto, alemán —dijo el enano austro-judío que presidía la reunión.
—Libre de toda clase de vicios —continuó el obeso morfinómano mientras jugaba con un avioncito de plomo.
—Con un andar admirable —agregó el intelectual cojo.
—De contextura física perfecta y sin defectos —dijo el escuálido de anteojos.
Así fue pensado el hombre perfecto que poblaría el mundo.

32 comentarios:

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Paradojal, bien construido, efectivo. ¡Bravo, Jesús! Se ve que usted tiene otros talentos aparte del que le permitió resucitar después de que lo crucificaran...

Anónimo dijo...

El racista nunca entenderá de sus propios defectos… Excelente!!!!! Un placer leerte.

Salemo dijo...

Permítaseme acotar que este relato estaba "en las gateras" desde hace mucho tiempo en uno de los blogs internos del grupo Heliconia, que por si alguno aún no lo sabe, se trata del "lugar" donde cientos de relatos aguardan ser seleccionados por alguno de los miembros a fin de ser dados a conocer a los lectores. Son tantos que a veces quedan relegados injustamente por causas completamente ajenas a la calidad; por eso, de vez en cuando nos tomamos el trabajo de repasar lo que nos enviaron hace ya un tiempo.Sirva esto de incentivo a todo aquél colaborador que ha enviado sus relato para su eventual publicación y que aún no lo ha sido. Este en especial, inclusive lo publiqué en una revista no oficial del grupo y habiéndome tocado el turno de seleccionar caí en cuenta que no había sido publicado en el blog. Data de más de un año y Jesús además es miembro activo del grupo, lo que, creo yo, habla muy bien de los seleccionadores en cuanto a la igualdad de oportunidades que se otorgan.
Buenas tardes.

Miguel Angel Dorelo, integrante de l Grupo Literario Heliconia.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Buen apunte, Miguel. Siempre lamento que Jesús no tenga tiempo para escribir más. El muchacho tiene que trabajar, estudiar y ocuparse de su novia, lo que le insume más tiempo del que sería deseable para que se aboque a escribir. Ya llegará el momento, supongo, de leer más ficciones de Jesús. Y mientras tanto, les propongo escribir sobre Jesús...

Salemo dijo...

Y, tendría que dejar de lado lo menos importante y dedicarse a escribir más. Yo creo que la novia lo entendería.
Cambiando de tema: a veces soy tildado de machista. Aún no logro descubrir a qué se debe.

El Titán dijo...

excelente relato señores...

Anónimo dijo...

No es una alegoría sobre el racismo
El "jurado" parece elegir en oposición a sus propios defectos.
La enumeración, en cambio, aparece como discriminatoria toda vez que menciona a los electores por sus defectos, en su mayoría, físicos: obeso, escuálido, miope, enano,cojo.
Creo que es el narrador el que en realidad elige.

Salemo dijo...

Como ya dije, no todos interpretamos del mismo modo un texto, Guillermo. Yo no creo que discrimine cuando enumera, solo describe al "jurado" que precisamente está seleccionando de igual manera.Una persona con problemas en una de sus piernas ES un cojo, no discriminatoriamente un cojo,así como un excedido de peso es un obeso ( nótese la delicadeza al no poner "gordo")y si consume morfina Es un morfinónamo.Lo grave del relato, si es que cabe el término, es que sea quién sea, se abogue el derecho de "hacer" hombres a su antojo. Ya sabemos como terminó la historia.

Anónimo dijo...

Gracias, Selmo: ahora sé qué es un cojo o un obeso.
También sé que Stephen Hawking no es físico y cosmólogo, es paralítico.

Comprendo la intención del texto. Pero impugno la enumeración porque contradice sus intenciones.

Anónimo dijo...

El racismo es malo, "ontológicamente" malo. Aún cuando lo propiciara un grupo de personas sin defectos.
No hace falta ser gordo o enano para ser idiota.

Salemo dijo...

Salemo, don Iglesias. O Miguel.Me parece que seguimos sin entender la cuestión, lo de la viga en el ojo propio ¿Vió? La gracia del cuento pasa precisamente por eso Y de ahí la enumeración de los defectos del "jurado" y su paradojal intención. Usted ve discriminación donde no la hay en absoluto, la decripción es esencial a la intención del relato.Tengo que suponer que si alguna vez escribo "discapacitado" usted me tildará de discriminador y me corregirá :"gente con capacidades diferentes". Por favor, a mi dígame "petiso" (1,65) no más, no es necesario que me trate de "persona con una altura algo inferior a la media".

Salemo dijo...

Bueno, otra vez disentimos: el racismo no es malo, es muy malo. No entiendo que entiende usted cuando lee. El relato hace hincapié precisamente en eso ¿Hubiese estado mejor si los pretendidos creadores de "el hombre nuevo" no tuviesen las características que se describen? Ya fue explicada la intención.
¿Y si se me ocurriese tomar su comentario sobre los idiotas de igual manera?. No sé por qué interpreta que alguien con un defecto físico no puede tener valores morales o intelectuales supremos, nadie dijo eso. Esta gente del "jurado"no es el principal problema que tiene, hasta a uno se lo describe como intelectual.Si un día pierdo un brazo seré un manco, me dirán que soy manco y no dejaré de ser el que soy ni me sentiré discriminado.

Anónimo dijo...

Creo que es una debilidad del texto esa enumeración que hace hincapié en los defectos de quienes piensan en el hombre perfecto. Uno tiene la tentación de justificar a un enano que piense que ser alto es un mérito.
O a un manco, que crea que es mejor tener ambas manos.

Anónimo dijo...

Salemo, con respecto a llamar a las cosas por su nombre, no fui yo el que observó la "delicadeza" de llamar obeso a un gordo.

Anónimo dijo...

Salemo, usted dice que no entiende qué entiendo yo cuando leo. Y no se equivoca.

Salemo dijo...

Bueno, la última apara no aburrir lectores de comentarios con dos que no van a ponerse nunca de acuerdo: el texto lo seleccioné porque me gusta como está escrito, porque creo que cumple su cometido y sobre todo porque creo que es totalmente anti-discriminatorio.
Respondo puntualmente ahora: no creo que sea un mérito ser más alto, pero si que es más conveniente tener dos manos que una; el cuento parte de la base de un supuesto hombre perfecto idealizado por los nazis obviamente, y resulta que ese hombre perfecto ES alto, rubio, de ojos claros y alemán: no es mi opinión y supongo que tampoco la del autor. Con esa premisa se debe construir el relato.Con respecto a lo de "gordo" u "obeso" era una amable ironía de mi parte: me da exactamente lo mismo uno u otro término, yo estoy "gordito" y ahora a régimen. Eso si, si bajo unos cinco kilos no me consideraré un hombre perfecto; tampoco ahora. NO considero mejores ni peores a las personas por su aspecto físico.Creo haber sido claro.
Y si entiendo lo que entiende cuando lee, fue otra amabilidad de mi parte. También entiendo lo que quiso decir cuando dijo eso mismo; no seré el poseedor de una mente privilegiada pero la mayoría de las veces entiendo lo que se debe entender.
Saludos

Javier López dijo...

Señores, abogo porque tengamos una reunión urgente de todos los miembros de Heliconia para acordar los términos de la censura que, de aquí en adelante, se llevará a cabo contra todo aquel escritor que contravenga el manual ético y estético del señor Iglesias. Incluidos nosotros mismos, por supuesto.
Guillermo, de verdad... Entiendo en el fondo lo que quiere usted decir, y estoy seguro que lo hace con todas sus buenas intenciones y misericordia por los seres humanos que habitan esta sagrada Tierra, sean de la condición que sean. Eso me parece loable. Pero relajemos un poco todo esto, por favor.
Si ni siquiera el universo de la ficción nos permite saltarnos las normas (si es que Jesús Gómez lo hizo, que lo dudo con toda mi convicción, y no diga después que me contradigo), apague y vámonos. ¿Cómo calificaría entonces a los cineastas que nos hacen contemplar los más crueles crímenes, violaciones, atentados, salpicaduras de sesos, y toda esa clase de actos abyectos para la norma ética? ¿Son también criminales? ¿Justifican, denuncian, tratan de frivolizar, de poner incluso humor en lo más terrible de la condición humana, o son realmente unos canallas?
Yo ya no sé de qué estamos hablando, en serio.

Anónimo dijo...

Selmo, estos comentarios son sobre un texto con vocación litararia. Pueden ser enriquecedores. No es malo que sobre una misma página haya comentarios contrapuestos.
Usted decidió comentar mis comentarios, corrgir mi punto de vista.
Creo que no debemos personalizar estas diferncias.
Saludos.

Anónimo dijo...

Javier, no digo una sola palabra sobre la posición ética de Jesus, a quien no conzco.
Hablo de los recursos de un texto. Cuando menciono al narrador, lo hago conociendo la diferencia entre el autor y su personaje.
Me pareció -me parece- que esa enumeración debilita la eficacia del texto.
Hablo de literatura.

Javier López dijo...

No sé si hablamos de literatura, porque unos párrafos más arriba leí que nombrabas al genial Hawking y su minusvalía, luego nos lo estamos llevando fuera de contexto literario, a la vida real y a nuestra apreciación sobre las personas reales y sus "defectos", cuestión que entra de lleno en el terreno ético, independientemente de lo literario.
Parece que la enumeración de Jesús hubiera provocado eso (cito textualmente "Creo que es el narrador el que en realidad elige"), junto con alguna intervención de Miguel. Es ahí donde no estoy de acuerdo.
Como dijo Sergio, y fue el primer comentario, la paradoja surge precisamente de esa enumeración. Sin ella, no hay paradoja, ni texto, ni estaríamos aquí debatiendo sobre... literatura.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Con el permiso de Jesús (de los dos Jesuses) estoy pergeñando un texto en el que los nazis son bellos y perfectos; no se mencionan sus minusvalideces, invalideces y discapacideces, ni tampoco que eran unos reverendos hijos de puta a los que cualquier insulto les queda chico, cosa de que Guillermo pueda dormir y soñar tranquilo, con sus ídolos a salvo de cualquier ofensa.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

El cuento dedicado a Guillermo está terminado. Será cuestión que los seleccionadores lo consideren adecuado para la publicación para que pueda ver la luz.

Anónimo dijo...

No es paradójico que un hombre enano
idealice la altura. No es paradójico que un hombre cojo asocie la perfección con un "andar admirable". No es pardójico que un tipo con sed quiera agua.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

La literatura, Guillermo, es el modo en que rebota lo ficcional contra lo real, utilizándolo como punto de partida, como manú contextual para, a partir de allí, "inventar" una realidad literaria que hemos dado en llamar "ficción". Si no tenés en cuenta eso y pretendés que lo ficcional "relate" lo real y trate de reproducirlo, te hundirás irremediablemente en la ciénaga de la crítica banal e intrascendente, que se parece demasiado a la queja del mediocre que, en su impotencia, envidia al que hace. Me gustaría leer alguna de tus ficciones para aprender de tu sabiduría y "ver" aquello que a nosotros nos está vedado.

Anónimo dijo...

Sergio dice los nazis eran malos
y Guillermo también.
Afecta una indignación mal contenida para informarnos sobre su enorme sentido de la justicia. Ya está.
En algún momento hablará en serio.
Ahora no puede porque está pergeñando.

Javier López dijo...

La RAE piensa que:

paradojo, ja.

(Del lat. paradoxus, y este del gr. παράδοξος).

1. adj. desus. paradójico.

2. f. Idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas.

3. f. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencias de verdadera.

4. f. Ret. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción. Mira al avaro, en sus riquezas, pobre

Guillermo, de verdad, que no se trata de discutir por discutir, y creo incluso que no entraré más en este juego, porque el debate constructivo siempre enriquece, pero el confrontamiento de puntos de vista irreconciliables nunca suele llegar a nada. Varias personas libres, independientes, seguro que ideológicamente distantes, han vertido aquí sus opiniones sobre el cuento. Saca tú mismo tus conclusiones.
Por cierto, me acerqué al blog en el que participas, con algunos autores a los que conozco, incluso algunos que participan también en este espacio. Raramente comento un texto si no es para decir que me gusta. De lo contrario, no suelo perder mi tiempo en refutar al autor, simplemente paso a otra cosa.
Así que si alguna vez ves un comentario mío en tu blog, ten por seguro que será positivo y para nada polémico.
Saludos.
Javi.

Salemo dijo...

Una paradoja contempla entre otras cosas una contradicción ética o moral;con las libertades que como dice Sergio se deben tener en un relato netamente ficcional como es el de este caso, es para mi muy evidente que se trata de una; Guillermo. Podrías haber dicho simplemente que el relato no te gustaba, pero al querer analizarlo desde un punto de vista más bien de "enseñanza" dejás muy poco margen a los otros para poder establecer una comunicación más o menos productiva.
Saludos
Miguel Angel

Salemo dijo...

Bueno, yo si leí el relato de Guillermo en uno de los blogs donde tenemos a algunos conocidos como participantes. Si fuera mala leche, diría que es un relato misógino y muy discriminador ya que en el se supone que la gorda protagonista ( él dice que es así) como no es capáz de despertar ningún interés amoroso en el hombre que ama por si misma (¿Por que es gorda?) solo le queda el recurso de atarlo para inmovilizarlo y luego hacerle un denigrante strip-tease.
Pero como no soy mala leche, no lo hago porque seguramente otros lectores lo interpretarán de otro modo y les encantará.
saludos
Miguel Angel

Anónimo dijo...

Cuando algo me gusta, también digo las razones.
Mi único comentario fue el primero.
Todo lo que hice después fue contestar las impugnaciones que le hicieron.
Ahora ma acusan de nazi.
Fue un gusto conocerlos.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

No fue un gusto conocerte, Guillermo. De nazis encubiertos está lleno el mundo. Pero no niego que a fin de cuentas es una suerte que te hayas ofendido. Tal vez lo hice a propósito, porque me estabas fastidiando. Au revoir...

Javier López dijo...

Ahora que lo dices, Miguel, comencé a leer ese cuento. Pero como era un poco largo, regresé aquí para leer sobre repollos y nazis cachondos.

Salemo dijo...

Yo creo que se podría haber evitado todo esto si le pedía autorización a Jesús para cambiarle el título. Le poníamos "Sobre la visión de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio" y por ahí la interpretación de Guillermo era otra. No me comuniqué con Jesús porque me da impresión. Además de por mi condición atea, claro.