Son las seis de la mañana cuando suena el teléfono y me preguntan: ¿Qué tiene usted en el bolsillo del pijama? Llevo maquinalmente la mano al pecho. Me emociono tanto al oír que obtengo el primer premio que no atino a contestar estado civil ni profesión. Volverán a llamarme hacia las doce.
Simpático, metafórico, ocurrente y socarrón son algunos de los piropos que me lanzan durante la entrevista. Alaban mi agudeza mental pese a lo intempestivo de la llamada. Celebran mi audacia cuando contesto que soy camello.
Yo sólo guardé mi coca en el bolsillo antes de echarme a roncar.
Acerca de la autora:
Susana Camps Perarnau
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