Dios invitó a Moisés a golpear la piedra, de ahí saldría el agua que calmaría la sed de los israelitas. Moisés resueltamente salió al encuentro de éstos, golpeó dos veces y brotó la saciedad. Pero quién sabe por qué, luego de hacerlo como Dios manda, Yahvé se enfureció con Moisés; en castigo nunca pisaría
la Tierra Prometida. Los cabalistas nunca se explicaron esto.
Sofía invitó a David a tomar una cerveza, de ahí saldría el encuentro que calmaría la sed de su enamorado. David resueltamente la llevó al telo, le hizo dos veces la propuesta y brotó la saciedad. Pero quién sabe por qué, luego de hacerlo como Dios manda, Sofía se enfureció con David; en castigo nunca volverían a verse otra vez. Los amigos de David nunca se explicaron esto.
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Nicolás Ferraiolo
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