Arropado por el frío se apoyó en el respaldar de la cama. La salamandra a
gas no estaba funcionando bien pero de todas maneras sacó los brazos
fuera de las tíbias mantas para continuar la escritura. Deseó tener
cosas que desconocía y por esa misma exótica impotencia, enfocó mucho
mejor en lo que estaba haciendo. Dejó de ser despótico y le salvó la
vida a un personaje secundario. Logró quitarle el arma que siempre con
recelo guardaba.
Acerca del autor: Cristian Cano
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