Pedro Kingston perdió la memoria en un accidente cibernético (su cabeza chocó contra la dura realidad virtual) y no tuvo mejor idea que meterse en el útero de su mother para recuperarla, pero los celosos slots lo devoraron antes de que pudiera llamar al 911, aunque no todo está perdido: unos hackers bitófagos rescataron su imagen y ahora la difunden por la RED pidiendo justicia, lo que dio lugar a un show mediático que ya se cobró a otras siete víctimas, todas adictas a Sónico. Sin embargo, esto no termina aquí. El torbellino de información ha generado tal estado de euforia en Facebook que sus acólitos están desarrollando un sórdido delirio: absorber Google y conquistar la galaxia.
Sobre el Autor:
Sergio Gaut vel Hartman
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