Hay personas que arremeten los temas de conversación saturando de datos. A ésos los interrumpo introduciéndoles otro tema y obligándolos a hablar, compulsivos, tratando de secar, de dejar sin una gota el vertedero de informes, o sea despojando de forma la comunicación humana, aplastada por su verborragia.
Mientras esto sucede, pienso en otra cosa y busco una noticia para importunar, porque me aburro hasta el deseo de agredir.
Y el dijo, por decir, sabiendo que tapaba con palabras el intersticio entre un decir y otro decir, un agujero de silencio que hubiera deslizado su capacidad asociativa a un pensamiento difícil, esquivo, comprometedor- y siguió enumerando…
Sobre la autor:
Ana María Grandoso
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