Sólo arquitectos aficionados, con mejor voluntad que pericia, levantan castillos en el aire. Los otros, instruidos en prestigiosas universidades de pago, trabajan sobre tierra firme empleando materiales de probada resistencia, atajando la natural ingravidez de las almenas con estratégicos puntos de anclaje.
Acerca del autor: Pedro Peinado Galisteo
Tomado de: Gaviota de Azogue 163
1 comentario:
Una pequeña maravilla arquitectónica.
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