—¡No quiero! —dijo el niño apartando la boca de la cuchara.
—Tenés que comer, hijo. Mami te da el mejor alimento para que cuando seas grande tengas mucha inteligencia, seas sabio y criterioso.
—Yo quiero ser fuerte como Superman —protestó el niño.
—¡No! ¡Definitivamente no! No crío a mi hijo para que sea una masa de músculos sin cerebro.
—Bueno —negoció la criatura—. No como Superman, como Bruce Willis, o como Mel Gibson, por lo menos.
—Tampoco —contraatacó la madre—. Deseo lo mejor para mi hijo. Nada de héroes fascistas.
—Esta comida no tiene gusto a nada.
—¿No tiene gusto a nada? —La mujer miró el plato estupefacta. Había elegido la pitanza con el mayor cuidado—. ¡Aquí hay un bocado que te va a encantar! Epistemología. O este otro: homeostasis. ¿Y esta? ¡Qué bonita! Pleonasmo…
Sobre el Autor:
Sergio Gaut vel Hartman
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