Para Montero Glez, maestro y amigo
Tras ser despedido, cambió su ocupación de portero de discoteca por la de portero de fútbol. Durante su primera temporada, el equipo perdió todos los partidos salvo el que disputaron contra el Real Madrid. Y es que en su área no dejaba entrar ni a un solo jugador con calcetines blancos.
Tomado del blog:
Más claro, el agua
Acerca del autor:
Eduardo Cruz Acillona
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