Cerrar los ojos y oprimirlos con el brazo de modo que se tape la luz pero que no se impida el paso de algunos rayos solares que iluminan de un naranja pálido el impedido campo visual y dejan ver el fluir del humor vítreo y el movimiento de la sangre abriéndose paso entre las células epiteliales del interior de los párpados. Asqueroso pero fascinante. Como yo he sido extravagante desde que tengo memoria, y un as para las artes visuales, aunque a raíz de mi desmesurado ego, solo puedo apreciar mis propias obras, concibo la superficie de la pintura como una limitación, por lo que para lograr un campo abierto sin límites solo me queda cerrar los ojos y apreciar el espacio pictórico que yo mismo he creado con mi cuerpo. ¿Entienden?
Los autores: Saurio y Sergio Gaut vel Hartman
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