domingo, 23 de septiembre de 2012

Naufragio de alcohol – Armando Azeglio



Sintió el glogloteo del whisky en su garganta, luego en su cerebro. El alcohol lo invadía rápido. Gélido. Indudable y preciso. Le resonaron dos palabras en el permisivo dialecto de sus padres: Ninna nanna. Y sintió una suerte de sinergia que lo unía al cosmos. O a una suerte de abstracción aérea, única, difícil de esculpir con huidizos conceptos... con palabras frugales. Vio un extraño bergantín en el horizonte de esta, su nueva locura. El barco se le antojo algo funesto, algo desabrido, algo Inexorable. Entonces —cual náufrago— decidió hacerle señales de humo. Se quitó un zapato. Lo embebió en la mezcla inflamable. Se roció de pies a cabeza. Encendió un fósforo veloz.


Sobre el autor:
Armando Azeglio

No hay comentarios: