sábado, 10 de noviembre de 2012

La invasión – Jaime Arturo Martínez


La tierra fragosa y la altísima vegetación no amilanaron a los guerreros, que en fila india invadían el territorio en el que se asentarían. Desde semanas atrás, la marcha y el posicionamiento del terreno eran constantes. Las partidas de reconocimiento guiaban a los soldados y apenas éstos aseguraban el espacio y tomaban posesión de él, los obreros emprendían la construcción de túneles y trincheras. Pero esta mañana escucharon que el enemigo se aprestaba para la resistencia. Tiempo después una lluvia tenue cayó implacable. Primero la recibieron como una bendición, luego un olor acre invadió los espacios y los soldados empezaron a caer asfixiados.
—¿Ya terminó?
—Sí, señor, después de esta fumigación no creo que quede una sola hormiga en su jardín.

El autor: Jaime Arturo Martínez Salgado

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