—¡Un día de estos terminamos, vos y yo! Todos los fines de año tenemos el mismo dilema, frente a frente. Ya sé que pensamos diferente sobre muchas cosas y que te revienta que para esta fecha me ponga melancólico y quiera hacer balances de cómo fue y qué pude hacer y qué no hice por haraganería, pero déjame que te afeite, aunque sea, ya que tú no quieres, a través del espejo, que si vas con semejante barba te echan del trabajo y vas a ver cómo me pongo si vienes con esa noticia mañana. Aunque sea desde este lado del vidrio te mando un mal rayo que te parta, presumido. ¡Venga acá, pon la cara que te afeito!
Todos los días igual con mi reflejo en el espejo, pero para fin de año se pone demasiado demandante el muy cabrón.
Publicado en Letras de Chile
Sobre el autor:
Héctor Ranea
2 comentarios:
Qué buen texto, don Héctor, se puede reconciliar nomás.
¡Muchas gracias, Ada! En eso estoy (estamos)
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