Tras mucho caminar, hallaron la llanura en la tierra de Sinar y de inmediato empezaron a alzar una torre para llegar hasta Dios. A éste le hizo mucha gracia el proyecto y, aunque pensó en confundir y multiplicar sus lenguas, finalmente se decidió por dejarles continuar con su inútil trabajo. Ya se cansarían.
Acerca del autor: Víctor Lorenzo Cinca
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2 comentarios:
Creo que los relatos deben provocar alguna acción en el lector. En tu caso me hace gracia por su ironía, por su fantasía: si por un lado Dios estuviera por la labor de que alguien llegara hasta él, no hubiera confundido las lenguas, Por otro lado, este de tu relato les deja, sabiendo que es inútil, pues no se llega a lo que no existe. No digo más, Víctor.
Me gusta el tono irónico. Breve y con enfoque acertado.
Carmen
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