El tribunal de muñecos y maniquíes lo condena a estudiar cirugía para reparar ad honorem a humanos pobres. El cirujano robot llega a ser tan eficiente en su práctica que obtiene el Premio Nobel de Medicina. Con el dinero del premio, el robot funda una Gran Fábrica de hijas e hijos
de maniquíes. Los hijos e hijas de maniquíes se multiplican y para ganar espacio vital, salen a exterminar seres humanos. En pocos meses ya no hay en el mundo tribunal humano, de muñecos o robots que se atreva a arrestarlos y llevarlos a juicio.
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Rubén Vedovaldi
1 comentario:
que interesante,la dinámica de la escritura,para compartir con mis estudiantes.
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