Me despertó a la noche entre telarañas y oscuros ronquidos. Se lanzó al ruedo como si estuviese nuevamente en la plaza de toros. Yo lo seguí, a regañadientes y somnolienta, pero lo seguí. No nos podemos explayar mucho, le dije con evidente tono malhumorado. Escucha claramente, clara… mente; este desafío se emparienta con mi domicilio! No me hagas quedar mal! ¡Per favore! Ya sabes Juani, mi memoria no es buena. Tú te lanzas, yo me lanzo, nos lanzamos. ¿Adónde? Me lo dirás tú. Yo sólo soy tu partenaire. ¿Así se escribe partenaire? ¿O será partener? Digamos mejor que soy tu compañera. Corremos riesgos. Estamos al borde de algo grande, grande pero limitado. Cuestión de justeza. ¿Soy clara?. Se escuchan aplausos. Eres popular aquí, es la plaza más mentada. Recuerda Juani: one, quattro, nove. ¡Detente!Aquí vivo: Paz ciento cuarenta y nueve. ¿Contaste bien las palabras Juani? ¡Son sólo ciento cuarenta y nueve!
La autora: Ana María Caliyuri
La autora: Ana María Caliyuri
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