El leñador alza el hacha, listo para despanzurrar a la fiera. Un grito lo detiene:
—¡Alto, monstruo criminal y deforestador!
Unos sujetos de verde, con pancartas de Greenpeace, salen de atrás de los árboles y rescatan al lobo, que los mira con ojos húmedos de agradecimiento.
El guardabosque demanda:
—¿Tiene permiso de portación de hacha? ¿No sabe que lobos y zorros son especies protegidas? Mire, tome la multa y lárguese. Y dígale a ese Perrault que deje de mandarnos mocosos subversivos... Aquí en Sherwood, ¡nunca ondeará una caperuza roja!
Acerca de la autora:
Olga Appiani
3 comentarios:
Admiro estos finales!!! exitos Olga
Gracias, Walter... Saludos
Estos de Greenpeace a veces se pasan de rosca; pa´mi , al lobo hay que liquidarlo.
¡Aguante Caperucita!
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