Papá desapareció cuando yo tenía seis años. Él era mago.
Mamá dice que era extraordinario. Que la gente lo aplaudía a rabiar y que a sus trucos los envidiaba el mismísimo Fu Man Chu.
Mamá cuenta que aquel día, en el living de casa, hizo su último acto. Miró a mamá que estaba en la cocina, como si se tratara de la audiencia; con un ademán rápido de sus manos se cubrió con su capote y con su voz profunda, como de ultratumba, dijo sus palabras mágicas: «Voy a comprar cigarrillos». Nunca más lo vimos.
Acerca del autor: Daniel Frini
1 comentario:
Daniel:
El relato está bueno; aderezado con el humor, que nunca está de más.
Saludos.
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