miércoles, 4 de julio de 2012

Por turnos - Rafael Blanco Vázquez



Primero se morían unos y luego se morían otros, según les iba tocando.
Algunos se suicidaban.
Otros se morían de repente. Tipo iban paseando, les daba un síncope y ea, cataplum chimpún, al suelo.
—¿Qué ha pasado?
—Nada, uno que se ha muerto.
Otros se metían un piñote con el coche. Quedaban lindos.
En fin, tampoco me voy a poner aquí a detallar tan manido asunto.

Sobre el autor: Rafael Blanco Vázquez

1 comentario:

Vanessa dijo...

Humor muy negro, pero efectivo. Bonita danza de la muerte. Un abrazo.