De perros – Mónica Cazón

Admito que esto de ser un insecto tiene sus privilegios. El médico dijo que no sufro de patologías severas; nada de depresión, ansiedad o gula. Tampoco enfermedades cardíacas ni del aparato digestivo. Y como si todo eso fuese poco, puedo copular todo el día y cuento con la absolución del Vaticano que bendice estas uniones.
Claro que el doctor se olvidó de avisarme que mis ojos poseen lágrimas; recién ahora me explico por qué, de tarde en tarde cuando la recuerdo, lloro desconsolado y nadie lo sabe.
Del libro en preparación: PLEXOS

Descuido – Mónica Cazón

Esa falda cruzó, desafiante y segura, la Avenida Aconquija. El movimiento ondulante de la tela sacudió las tinieblas de mi sexo y despertó los años dormidos; recuperando la juventud por unos segundos.

Entonces la seguí. Inconsciente e impulsivamente caminé detrás de sus pasos, y obnubilado como estaba, olvidé los semáforos.
Esa falda clara, suave, descomunal, fue mi asesina.

Del libro en preparación: PLEXOS

La tijera - Mónica Cazón

Cortó los géneros, las plantas, las hojas, los cables de mi tierra. Cortó las hilachas de tu ropa, las cartulinas del colegio, el flequillo de tu infancia, las figuritas de las revistas, las cartas, las boletas vencidas, el punteado de una nota.

Aguda, punzante y precisa, cortó también el aire de ese día, el día que cortaste el cordón, y me anunciaste que te marchabas a vivir solo.

Del libro Cejuelas, 2009



Imagen: Mujer en la ventana. Caspar David Friedrich.

C. Guera - Mónica Cazón

C. GUERA
Mónica Cazón

Observas. No preguntas. Te vuelves amable y servil. Prefieres ignorar las evidencias. Mantienes la razón virgen y la arrogancia intacta. Encontraste la fórmula perfecta para negar la infidelidad.

Adiós - Mónica Cazón

ADIÓS
Mónica Cazón

Corregí el presente, adorné el pasado y vendí mi futuro. Presa de amor renuncié a todo y creí que había logrado hacerte feliz. Transformé las noches en una fiesta y los días en remansos de paz. Pero nada fue suficiente y en una de esas fiestas, pronunciaste la palabra prohibida.

Género - Mónica Cazón

GÉNERO
Mónica Cazón

El congreso de letras se desarrollaba con absoluta normalidad cuando advertí su presencia. Soberbio, desarrollaba su discurso, exacto y breve. Poseía una belleza despojada y pura que, cautivando mis ojos, terminó por atraparme.
Microrrelato era su nombre. Y desde ese día fui su esclava.

Ilustración: Foto de Valencia.

IV - Mónica Cazón

IV
Mónica Cazón

La celebración ya había comenzado. Hacía un largo tiempo que nuestra familia no se reunía, por lo que me sentí sumamente halagada y agradecí en voz alta. Mi prolongada soltería estaba por terminar con este esperado compromiso. Padres, primos y abuelos hablaban de mi traje de novia y de mis futuros embarazos, cuando apareció Candela. Entonces dije fuerte y claro:

—Les presento a mi novia.

Ilustración: Salvador Dalí

Cacería - Mónica Cazón

CACERÍA
Mónica Cazón

Ramiro saltó sobre los techos de la facultad con la destreza, el idealismo y la vehemencia de sus veinte años; igual las balas lo alcanzaron. En su cuaderno salpicado de sangre una leyenda decía:

“Sólo me interesa el futuro porque es el lugar donde voy a pasar el resto de mi vida”.

Publicado en Monoambientes, Ediciones Desde la Gente, 2008.

El corrector - Mónica Cazón

EL CORRECTOR
Mónica Cazón

Nada le hacía más feliz que corregir las inflexiones de voz y los errores de dicción. Minuciosa y amablemente, con una modestia rebuscada y falsa, procedía a enmendar nuestras charlas diarias. Un placer morboso se transparentaba en su acción benévola, que era bienvenida por proceder de un señor serio y respetable.
Así pasaron los meses hasta que una noche descubrí que el oficio de su mujer era corregir textos ajenos y que ambos practicaban el sadomasoquismo. Ella ejercía su rol de amo, y él, de perrito.

Importa el fin - Mónica Cazón

IMPORTA EL FIN
Mónica Cazón

El camino era largo. Una permanente polvareda se levantaba cada vez que pasaban los caballos. Y yo miraba. La senda y el cielo.
Eso de mirar terminó un crudo invierno, cuando los peones pensaron que era más útil convertirme en leña.

Mal alumno - Mónica Cazón

MAL ALUMNO
Mónica Cazón

“Entiende. El tren pasa una vez. Las oportunidades hay que saber aprovecharlas. Cuando menos lo esperas, ya eres adulto. El estudio abre las puertas no sólo del saber, sino también de la economía. Debes ser cauto, prudente, juicioso”. En fin... todo eso dijo mi madre antes de salir, ahora lo recuerdo, mientras mi cabeza da vueltas debido al tremendo ruido de este patrullero, que nos traslada esposados a la comisaría más próxima.

Secuencias en rosa 3 - Mónica Cazón

SECUENCIAS EN ROSA 3
Mónica Cazón

Cuando niño suponía que mi gusto por el color rosa se debía a la serie de dibujos infantiles "La Pantera Rosa". De joven supe que estaba a la moda usar camisas y corbatas rosas, a sabiendas de no ser mis prendas preferidas. Ahora, hombre ya, sé que los vestidos rosas no sólo me sientan estupendos. También anulan la negación de mi vida.

Secuencias en rosa 2 - Mónica Cazón

Secuencias en rosa 2 - Mónica Cazón
SECUENCIAS EN ROSA 2
Mónica Cazón

Es interesante ver el asombro en los ojos de la gente. No logro entender. A pesar de esta aparienca absolutamente varonil, causo desconcierto. Hace poco tiempo descubrí a qué se debía esta desafortunada situación. Y tomé una decisión irrebatible: debo cambiar mi perfume para damas.

Secuencias en rosa 1 - Mónica Cazón

SECUENCIAS EN ROSA 1
Mónica Cazón

Desde el comienzo pensé en todo. Recorrí el canal sublime. Sus fluidos ayudaron mi embestida. Apunté al núcleo y en una danza perfecta nos encontramos. Llevé mi herencia, el ávido óvulo la suya, y nací varón. Sin embargo, no tuve en cuenta que esta mujer transitaba un terrible virus, y ahora me llaman Flor.

Historias de chat 3 - Mónica Cazón

HISTORIAS DE CHAT 3
Mónica Cazón

Estaba enamorada. El monitor me devolvía las ilusiones y la pasión. Enardecidos, a través de la cámara web, hacíamos el amor hasta altas horas de la noche. Nunca imaginé que con el amor llegaría el dinero.
La pornografía virtual es muy redituable.

Historias de chat 2 - Mónica Cazón

HISTORIAS DE CHAT 2
Mónica Cazón

Romeo creyó que era alto y rubio. Y se lo dijo. Julieta creyó que era alta y rubia y también se lo dijo. Luego los encontraron muertos. En el metroflog de él, apareció la foto de su vecino noruego. En el metroflog de ella, París Hilton.

Historias de chat 1 - Mónica Cazón

HISTORIAS DE CHAT 1
Mónica Cazón

Por fin se conocerían. La cita fue pactada en un bar cercano al domicilio de ambos. Hacía frío y se tornaba dificultoso caminar. Cuando se vieron, fue maravilloso descubrir que compartían el mismo geriátrico.

Extremos - Mónica Cazón

EXTREMOS
Mónica Cazón

Tal vez la invites al cine. Luego a cenar. Y en un atrevido intento sólo le robes un beso, dada tu condición de señor mayor respetuoso y serio. Debes saber que Electra es una joven muy audaz y tiene otras intenciones. Decidió proponerte jugar a Edipo. ¡Pero no tienes que asustarte! Sólo quiere estrenar sus siliconas.

Por curiosidad - Mónica Cazón

POR CURIOSIDAD
Mónica Cazón

Todos los días tenía presente lo que su madre aconsejaba con esmero y persistencia.
—¡Cuidado, Soledad, la curiosidad mató al gato y dejó embarazada a la mujer!
Y Soledad, que era muy curiosa, no quiso matar gatos.