Obra divina (variación X) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (VARIACIÓN X)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

Había varios opositores mirando el tablón de anuncios.
—¿Qué tal os ha ido, parejita? —preguntó Osiris.
Izanami e Izanagi se ajustaron los kimonos y respondieron con aire resignado:
—En el examen teórico obtuvimos la máxima nota, y el práctico nos salió genial. Lo de crear el archipiélago japonés removiendo el mar con una lanza fue muy valorado por el tribunal. Por desgracia, los interinos parten con ventaja. Mira a Yahveh: un aprobado escaso en las pruebas, pero como tiene tantos puntos de interinidad, nos saca mucha ventaja...
—Están jodidas las plazas de Ingeniería Técnica Cosmológica —admitió Osiris—. Yo llevo gastada una fortuna en academias para prepararme las oposiciones. A ver si en la próxima convocatoria...

Obra divina (variación IX) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (VARIACIÓN IX)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

El presidente del Tribunal de Ingeniería Técnica Cosmológica contempló al opositor con cara de pocos amigos.
—Escuche, señor Huitzilopochtli. Por mucho que insista, no podemos admitir la necesidad de corazones humanos palpitantes para su ejercicio práctico de génesis de universos.
—Debo ser aplacado para que el cosmos siga su curso. No en vano desmembré a mi hermana Coyolxauhqui y arrojé su cabeza al cielo para crear la luna. Además, maté a mis 400 hermanos y...
—¡Que no, caramba! Si quiere calmarse, pida una tila. Por favor, cíñase usted a los procedimientos especificados en el Boletín Oficial. ¡Deje de mirarme el pecho y guarde ya ese cuchillo de obsidiana, que me está poniendo nervioso, leñe!

Obra divina (variación VIII) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (VARIACIÓN VIII)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

Dios contempló Su Obra, y la halló buena. Los cúmulos de galaxias refulgían como la plata, etcétera. Mas súbitamente, lo inesperado ocurrió. La creación quedó en suspenso, congelada.
Un negro espanto se abatió sobre Dios, que miró al Tribunal de Ingeniería Técnica Cosmológica con semblante demudado.
—La diapositiva ha vuelto a atascarse en el proyector… —balbució.
Al presidente del Tribunal se le escapó un bufido.
—No me extraña. A estas alturas, ¿a quién se le ocurre diseñar una presentación con filminas de 35 mm? ¿En qué milenio vive usted? ¡Digitalícelas! ¿Acaso no se ha enterado de que existen ordenadores y programas como el Pogüerpóin? Madre mía, estos opositores son incapaces de actualizarse… ¡Que venga el bedel, a ver si lo arregla!

Obra divina (variación VII) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (VARIACIÓN VII)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

Dios contempló la inmensidad de Su Obra, excelsa y espectacular. Sin embargo, algo no iba bien:
—¿Cómo puedo haber suspendido el examen práctico? ¡Es grandioso! ¡Casi cien mil millones de años luz de diámetro, billones de galaxias...!
—Ya, claro... —masculló el presidente de Tribunal—. ¿Y mundos capaces de albergar vida? ¿Civilizaciones inteligentes? Una. Ha creado usted billones y más billones de todo, pero sólo una civilización. ¿Acaso piensa que diseñar un universo es hacer fuegos artificiales?
—Además, ahí no se puede viajar más rápido que la luz —añadió uno de los vocales—. No podrán expandirse apenas. Menudo desperdicio de espacio.
—¡Pero el espectáculo es inefable!
—Sí; mucho embalaje y poco contenido. Lo siento, pero no podemos aprobarle. Que pase el siguiente.

Obra divina (variación VI) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (VARIACIÓN VI)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

La diosa Kali humedeció su larga lengua roja, al tiempo que con sus cuatro manos recomponía la falda confeccionada con antebrazos humanos y el collar de cabezas cortadas. Acto seguido, miró a los miembros del Tribunal del concurso de Ingeniería Técnica Cosmológica con ojos enloquecidos.
—¿Y bien?
El presidente del tribunal carraspeó y anunció:
—Enhorabuena, opositora. Ha aprobado usted el ejercicio práctico.
Kali saludó al tribunal con una reverencia cortés y se fue. Cuando estuvieron solos, el presidente comentó:
—Sí, ya sé que el universo que ha creado es una auténtica birria, pero... ¿Quién es el valiente que le dice a la cara que está suspensa?
—Acojona, desde luego —ratificó el secretario.

Obra divina (variación V) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (VARIACIÓN V)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

La obscena abominación primigenia elevó sus trémulos pseudópodos al cielo. De sus pútridas fauces brotó un blasfemo ulular en el que a duras penas se distinguían las palabras:
—N'ghuy'fphgs'kk rlyeh fthangh l'ugrhupgsk'h'h m'rhafsh... Iä! Iä! Gh'lurb ñufñuf...
Súbitamente, la obscena abominación tuvo que callar. El presidente del Tribunal del concurso de Ingeniería Técnica Cosmológica la detuvo con un gesto, mientras se sacaba el auricular y le daba unos golpecitos con el dedo.
—Joder, ya se ha vuelto a escacharrar el traductor simultáneo. Y van cinco veces esta semana... ¡Que alguien avise al bedel!
—R'lugh pfun'gh'gh ñusiflung? Iä?
—Tenga usted un poco de paciencia, señor opositor. Enseguida lo arreglarán.
—G'gh'agsfk shlurg'd p'fs'ghyñrf shshsh't! Iä!
—Tu padre, por si acaso —murmuró el presidente.

Obra divina (variación IV) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (variación IV)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

Dios contempló Su Obra, y la halló buena. Los cúmulos de galaxias refulgían, etcétera. Todo funcionaba a la perfección.
Dios suspiró angustiado y se enfrentó de nuevo a la evaluadora.
—¿Cómo es posible que haya suspendido el examen de ingreso en Ingeniería Técnica Cosmológica? ¡El ejercicio práctico me salió bordado! ¡Mírelo!
—Lo siento, pero recurrió a la opción más cómoda. Se limitó a crear el universo, y luego se echó a descansar, dejando que la vida evolucionara por sí sola mediante selección natural. ¡Así cualquiera! Un Dios como Dios manda debe ir modificando constantemente su trabajo mediante milagros juiciosamente diseñados.
—¡Pero así se ahorra trabajo y el resultado es idéntico!
—Lo siento; está usted suspenso. ¡Que pase el siguiente opositor!

Obra divina (variación III) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (variación III)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

El presidente del Tribunal del concurso de Ingeniería Técnica Cosmológica reprimió a duras penas un bostezo. Malhumorado, se dirigió al opositor.
—Señor Buda Gautama, ¿le importaría contestar de una vez a las preguntas de este Tribunal?
—Sólo un momento más, por favor.
—Pero ¡si lleva ya cuarenta años ahí sentado bajo la higuera, meditando!
—El nirvana supone la renuncia a las pasiones, entre ellas la impaciencia.
—La madre que lo parió…
—Bueno, al menos estamos ganando un dineral en dietas de alojamiento y manutención —dijo el secretario.
—No sé si compensa —el presidente se quitó las gafas y se masajeó las sienes—. ¿Cuántos opositores nos quedan todavía que evaluar? A este paso…

OBRA DIVINA (variación II) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (variación II)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

Dios contempló Su Obra, y la halló buena. Los cúmulos de galaxias refulgían como la plata. Mientras, a la sombra de las estrellas, la vida nacía en el seno del mar. Todo funcionaba a la perfección.
Dios suspiró angustiado y se enfrentó de nuevo a la evaluadora.
—¿Cómo es posible que haya suspendido el examen de ingreso en Ingeniería Técnica Cosmológica? ¡El ejercicio práctico me salió bordado! ¡Mírelo!
—Lo siento, pero cometió un fallo inadmisible. Se le olvidó eliminar el Mal de su Proyecto. Eso demuestra un escaso interés por el destino final de sus criaturas.
—¡Pero si a esta escala ni se nota!
—Mire, a mí no me llore; soy una simple funcionaria. Quéjese usted en la Delegación. Estos opositores...

Obra divina (variación I) - Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

OBRA DIVINA (variación I)
Eduardo Gallego & Guillem Sánchez

Dios contempló Su Obra, y la halló buena. Los cúmulos de galaxias refulgían como la plata. Mientras, a la sombra de las estrellas, la vida nacía en el seno del mar. Todo funcionaba a la perfección.
Dios suspiró angustiado y se enfrentó de nuevo a la evaluadora.
—Pero ¿cómo es posible que haya suspendido el examen de ingreso en Ingeniería Técnica Cosmológica? ¡Si el ejercicio práctico me salió bordado! ¡Mírelo!
—Nadie se lo discute, pero el teórico y la programación le quedaron francamente flojos...
—¡Pues Brahma y Quetzalcóatl ganaron el concurso oposición con el teórico suspenso! ¡Esto es injusto!
—Mire, a mí no me llore, que soy una simple funcionaria. Quéjese usted en la Delegación. Ay, estos opositores...