miércoles, 28 de octubre de 2009

Historia romántica - Saturnino Rodríguez Riverón




La quería demasiado, casi dos veces lo común para estos casos. Y su desilusión fue al mismo tiempo demasiado grande: casi tres veces lo normal en tales ocasiones.
Su vida quedaba vacía, sin sentido, oh, ahora que comprobaba la inutilidad de todo amor. Buscó entre sus cosas la pistola, y pensando cómo descerrajarse un tiro en pleno pecho, recordó sus cursis palabras prometiendo lo imposible, las citas, los encuentros. Y de esos argumentos surgió un hermoso bolero, y quedó olvidada la pistola y la mujer también fue olvidada. Es un gran compositor, decían después los críticos.

Comunicado de Ediciones Bricolajes Divinos — Benoît Giuseppin



Lamentamos informarles que la publicación de la enciclopedia en fascículos “Construya un mundo perfecto en 30 lecciones” está definitivamente detenida en su séptimo número. Por su seguridad, se aconseja no conservar su prototipo.



Traducción del francés: Jacques Fuentealba

Lamia Lamur - Lilian Elphick


Soy Lamia Lamur y busco comillas angulares para citar mi propia historia, que es sinuosa y sibilina. Busco, además, amante de cuerpo entero, ojalá bien hombrecito, que me haga cariño en las escamas y en esa piel que luego se desprende de mi nombre, lamida por el vicio reiterado de ha pasado un caballero, ¡quién sabe por qué pasó!
Soy saliva amistosa. Construyo puentes que las arañas envidian. Desbrozo abismos. De boca en boca, de beso en beso; dientes cariados en donde anido para exhalar mis enseñanzas.
Esto no es una canción, por si ya están oyendo campanadas en sus órganos sexuales. Es mi llamado a escribir desde el silencio.
No todo es tan trágico mientras se mastican niños envueltos.

Tomado de: http://lilielphick.blogspot.com/

Bipolaridad - Esteban Dublín


El pastor no lograba explicarse por qué siempre después de las noches de luna llena desaparecía una de sus ovejas y, menos aún, la razón por la que amanecía desnudo, empapado en sangre y cubierto de huesos en medio del rebaño.

Tomado de: http://estebandublin.blogspot.com/

sábado, 24 de octubre de 2009

Soledad — Antonio Cruz


Está solo y tiene miedo. Ha pasado antes por situaciones como ésta pero no logra acostumbrarse. Piensa en los boxeadores en el momento de subir al ring para enfrentar su destino. O en un escalador intentando llegar en absoluta soledad a la cima más inaccesible.
Aprieta los puños, cierra los ojos y se prepara. Ante sus ojos, un desierto blanco lo espera. No es otra cosa que el desafío de su vida; nadie puede ayudarlo en este momento.
La del escritor es una faena absolutamente solitaria cuando tiene que enfrentarse con la hoja vacía y debe llenarla de palabras.

Descontrol - Esteban Dublín


Por algo que no es aún capaz de explicar, el personaje siente que no está trabajando del todo bien. Su impresión toma fuerza, sobre todo, cuando sabe que debe llegar urgentemente hasta el castillo para salvar a la doncella, pero termina sumergido en un túnel, guardándose un dinero que ha encontrado de casualidad. Por más que está empeñado en cumplir su épica labor, algo mucho más grande que él le impide moverse del modo que desea. La situación llega al extremo cuando sin razón alguna queda suspendido en el aire justo después de un salto casi mortal. Al otro lado, en un espacio que el héroe ni siquiera imagina, un chiquillo le ha puesto pausa a su Gameboy.

Tomado de: http://estebandublin.blogspot.com/

jueves, 22 de octubre de 2009

Metamorfosis en la fuente - Héctor Ranea



Hoy volví a verlo, debo decir que lo que narro lo vi con mis propios ojos. El cuervo bajó a beber de la fuente de la ninfa, se dejó tomar otras cuantas fotos porque sabía que de todas maneras me saldrían mal y volvió a volar a su balcón en el tercer piso. Se metió entre las macetas para ponerse a la sombra.
Me quedé por ahí para verlo salir de nuevo, pero una sombra gris y ominosa desde la ventana me miraba con ojos abismalmente humanos. Sentí miedo y me fui, prometiendo volver aun a sabiendas de que esa sería mi última visita a la fuente.

Rutina laboral - Alejandro Ramírez Giraldo


8:00 - En la oficina del Jefe.
8:06 - Lo insulto mentalmente y finjo que le presto atención.
9:37 - Llamada del Jefe rechazada.
11:27 - Visita del Jefe a mi oficina. Largo diálogo.
12: 09 - Salimos a almorzar. Dice algo lujurioso y hago un rictus de hipocresía.
14: 52 - Nuevas insinuaciones. No realizo ninguna de mis obligaciones.
17: 41 - Se ofrece a llevarme a casa.
18: 22 - Lo beso y lo dejo excitado en el carro. Pienso en cómo extender esta situación y sacar réditos.
18: 27 - Beso a mi esposa y a los niños.

Tomado de: http://cuentominicuento.blogspot.com/

Sobre el autor: Alejandro Ramírez Giraldo

martes, 20 de octubre de 2009

¡Arg! – Olivier Gechter y Vincent Corlaix


Después de haber visionado un kabuki, escuchado un concierto de flamenco y probado cocina holandesa, el almirante Spong, jefe de la Flota Imperial de Orión, quedó convencido: la Tierra tenía que ser destruida por el fuego cuanto antes.

Traducción del francés: Jacques Fuentealba

Palabra de Ángela - Esteban Dublín


Aunque cueste creerlo, en medio de las figuras celestiales hay un ángel que vela porque el significado de las palabras se respete. Su trabajo es arduo y basta conocer sus labores para determinar por qué: no sólo debe cuidar que la palabra empleada diga lo que indica su acepción, sino que el valor moral del vocablo se respete como debe ser. Cada vez que alguien viola alguna de estas normas, sea cual sea su situación, el ángel quita un trozo de una nube, lo aparta en un rincón para indicar el "pecado" del mortal y así poder establecer el estado futuro de su alma. Si alguien le echara un vistazo a los trozos, fácilmente se daría cuenta de que los periodistas están condenados al Limbo y los políticos, definitivamente, al Infierno.

Tomado de: http://estebandublin.blogspot.com/

Homicidio doméstico - Saturnino Rodríguez Riverón


Viviré sólo para sentir cómo mueres entre mis manos.

Y el asesino lo apretaba, quería comprimirlo, sacarle hasta el último aliento. Pero nunca lograba estrangularlo completamente. Una y otra vez, el acordeón testarudo recuperaba su antigua forma para desesperación del músico.

Como me considero un buen sicólogo, decidí socorrerlo - Antonio Cruz


En cuanto lo vi en el puente con la mirada perdida y el rostro confuso supe que necesitaba ayuda. Como me considero un buen psicólogo, decidí socorrerlo.
Me acerqué, le ofrecí un cigarrillo y nos quedamos conversando largas horas apoyados en la baranda.
Ya casi amanecía cuando apreté el gatillo. Aguanté el cuerpo con el hombro y disparé por segunda vez a su cabeza. Luego, con un empujón, lo tiré al río.
Me alejé con paso sereno y la satisfacción del deber cumplido. No hay nada que me ponga más contento que ayudar a los suicidas indecisos.

(Primera mención, concurso literario Psi XXI año 2003. Seleccionado en el Festival de Cuento Breve Latinoamericano. Revista LEA. Año 2004)

Meditaciones - Antonio Cruz


“Dicen que la distancia es el olvido”, piensa Ulises receloso mientras deambula buscando el camino exacto de regreso a Ítaca.

“No siempre la distancia es el olvido” medita Penélope mientras teje y desteje esperando el regreso de su esposo.

Magia - Antonio Cruz


"Ahora sacaré un conejo" dijo el mago tocando la galera con su varita mágica pero no salió ninguno. Como quería saber lo que ocurría se metió dentro de ella. Desde aquel día, un conejo recorre el mundo sacando magos de una galera.

(Seleccionado por la Universidad de Tucumán para su “PANORAMA DEL MICRORRELATO EN EL NOROESTE ARGENTINO”)

Filipo - Antonio Cruz


Cuentan que Filipo fue a espiar a su esposa Olimpíada en el himeneo. Cómo estaba borracho se cayó y golpeó uno de sus ojos por lo que se quedó tuerto. Desde aquella noche, se rumorea en el palacio que Filipo fue cegado en un ojo por el dios Amón que convertido en dragón se regodeaba con la mujer.
El nunca desmintió la versión.

(Selección Provincial. Concurso Literario Nacional C.F.I. – Año 2004)

domingo, 18 de octubre de 2009

Velador - Angela Schnoor


Después que aumentó la violencia en la ciudad, las capillas mortuorias empezaron a cerrar durante la noche. Como los operarios del lugar ya lo consideraban un compañero, él aprovechaba para quedarse junto a los cuerpos de las mujeres sin acompañantes. Solo en la sala, cantaba y rezaba por aquellas que allí reposaban. Este acto calmaba en su alma la sensación de haber abandonado a su madre, muerta al dar a luz. El único inconveniente se producía cuando el sueño lo vencía y olvidaba limpiar, antes del amanecer, el resultado del inmenso placer que sentía al copular con las difuntas.

Polifacético - Javier López


Aquel diamante tenía muchas facetas.
La principal era su poder de seducción. Pero también la de nublar la mente de quien lo poseía y volver egoístas a las personas.
La que nadie conocía era que, siendo un diamante falso, sus facetas lo hacían parecer auténtico.

Tomado de: Merienda en el parque

viernes, 16 de octubre de 2009

Último deseo - Adelaida Saucedo


Tuvo mucho cuidado en la formulación de su último deseo. El genio ya le había engañado dos veces y hubiese sido tonto dejarse engañar una tercera vez. Pensó en su jefe, que nunca le daba ese puesto que ella merecía. Pensó en Marcos, que le había dejado por una chica más joven.
—Que se mueran todos aquellos que no aprecian lo que valgo.
Cuando vio sonreír al genio, recordó su problema de autoestima.

Dios.com - Jorge Oropeza



El mundo recibió con desconfianza el Portal en Internet que anunciaba ser creado y atendido por el mismísimo Todopoderoso. Sin embargo, conforme los milagros fueron conociéndose, la gente sintió tocadas las fibras más íntimas de su ser, y una nueva ola de fe nació. Sonriente, el demonio respondía todos los mensajes que llegaban hasta el Portal; por fin había logrado revivir la vieja quimera de que Dios existía.

Tomado de: http://elvacioquevincula.blogspot.com/

Sobre el autor: Jorge Oropeza

Algo nuevo - Héctor F Ranea Sandoval & María del Pilar Jorge


Se asomó a la mañana con ganas de hacer algo nuevo. Le sonrió al espejo una y otra vez, hasta que el reflejo dejó de ser una mueca absurda, para convertirse en una sonrisa franca.
Entonces, se sentó ante su p.c. y junto con el viejo monitor se dedicó a hacer avioncitos de papel virtuales, que se escaparon por la ventana. Corrió a buscarlos y los encontró en el parque, escondidos entre las hojas de los eucaliptos.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Cuentos misóginos con moraleja. Hoy: Hansel y Gretel – Daniel Frini


Hansel y Gretel vivían con su pobre padre leñador y su cruel madrastra, muy cerca de un espeso bosque. Ya hablaremos, más delante, del engendro del infierno que son las madrastras. Hansel fue convencido por su hermana para ir al bosque, dejando a sus amiguitos que lo habían invitado a jugar a la pelota en el potrero de la otra cuadra, que está al lado del almacén “Das Gardenien”. Resumen: las miguitas de pan que dejaron fueron comidas por las hormigas. Encontraron una casa hecha de dulces donde vivía una bruja que los secuestró, los engordó y se los comió.
Moraleja: queridos varoncitos, las niñas, aún sus hermanas, siempre os llevarán por el camino de la perdición. Y no hay miguitas que valgan.

El verdadero macho no pierde aceite — Laurent Girardon


—¡Entonces, use “Desbloque-Oil” en vez de arruinarse la salud con ese hacha corroída! ¡Triple imbécil!
Por encima de todo, era ese aire de superioridad el que siempre me había hecho odiar a mi suegra. Pero todo ha terminado, ahora: Ya no me hará más reproches, nunca más… En cambio, la vieja tenía toda la razón. Cortar sus huesos sin arriesgarse a contraer lumbago es una verdadera proeza.

Traducción del francés: Jacques Fuentealba

¡Es una vergüenza! – Olivier Gechter y Vincent Corlaix


En lo recóndito de R’lyeh, Cthulhu espera la vuelta de los Primigenios. Espera, espera, espera, pero en vano. Porque nunca se verá a un veraneante recuperar su perro, después de que lo haya abandonado cobardemente en el borde de la autopista.

Traducción del francés: Jacques Fuentealba

lunes, 12 de octubre de 2009

Por turnos - Jorge X. Antares


Por turnos - Jorge X. Antares
Era el chico más duro del correccional. Todos sus compañeros le temían. Incluso los guardas le tenían respeto.
Un día vio un gusano en el suelo y lo piso con rabia. Del gusano salieron luces multicolores que envolvieron al muchacho y lo convirtieron en gusano.
Era el segundo chico más duro del correccional. Todos sus compañeros le temían. Incluso los guardas le tenían respeto…

FOTO: Grajo M2 HR

Últimos acordes - Jorge X. Antares


Últimos acordes - Jorge X. Antares
El compositor escribió su mejor composición. Los músicos arañaron la perfección interpretándola. Los conquistadores se deleitaron escuchándola mientras cargaban en sus naves los últimos restos de materias primas que quedaban en la tierra. La banda sonora del fin del mundo había sido un éxito.

Foto: Grajo HR

Pecado (Gen 3, 1) - Antonio Cruz

(Para Eduardo Belloccio y Eduardo Pin)

Para tapar su soledad vino la mujer, pero él no sospechaba que detrás de ella se agazapaba una serpiente. Le ofreció su corazón y al instante pudo comerse, sin pudores, su manzana. Cuando ocurrió el pecado ya nada fue lo mismo... Sobrevino el castigo con forma de destierro. Curiosamente, a él ya nada le importaba.

Machismo Bíblico II – Daniel Frini


Machismo Bíblico II – Daniel Frini
Herbert von Saks menciona, en su “Excursiônis Tellus Ioudeorum”, a los agridagi, una tribu de las planicies de Anatolia, y que serían los mismos khjuinihi del targúm de Onquelos y de la versión siríaca de la Biblia; que tomaron contacto con occidente bien entrado el siglo XIX; quienes guardaban un escrito muy antiguo, hoy desaparecido, con una versión diferente del Pentateuco. Allí, el pecado original no sería el egoísmo, ni la vanidad de querer saber tanto como Dios. Para los agridagi el pecado original es una mezcla de curiosidad de Adán -que consideran buena- y desatino de Eva: ella lo invitó a ver qué había fuera del Edén. Estando desnudos, Adán salió primero y Eva detrás. Una ráfaga cerró la puerta, que no tenía picaporte por fuera. Eva había dejado las llaves adentro. Dicen que el escrito detallaba, claritos, los exabruptos proferidos por Adan.

FOTO: Grajo M3 HR

Memorándum – Sergio Gaut vel Hartman


De: Supervisor Galáctico de Construcciones Monumentales
A: Consejo de Ingeniería y Arquitectura Cósmica
CC: Departamento de Nutrición y Planeamiento Alimentario
Realizado el reconocimiento in situ de las construcciones realizadas en el planeta JHR-0909-VK del sistema solar PLY-3945-HS, se ha podido comprobar que cumplieron su cometido. Los aborígenes orientaron sus psiquis al desentrañamiento del origen de las mismas y por lo tanto sus cuerpos se han vectorizado cumpliendo con las estipulaciones de nuestros nutricionistas. Doy curso al informe correspondiente y quedo a la espera de las primeras recolecciones. Si se me permite una digresión, se ha incrementado la producción de norja en mis luyas y no veo el momento de hincar mis gukos en los tiernos miembros de esas criaturas.


Triunfo - Antonio Cruz


Acto I
Corre desenfrenado sintiendo los trancos apresurados de sus perseguidores, pero está dispuesto a cumplir con su objetivo.
La multitud ruge como en el circo romano.
Casi lo alcanzan cuando logra realizar el disparo y sabe que ha tenido éxito.

Acto II
Eufórico por su éxito inicia una nueva carrera. Ahora los perseguidores son otros.
El rugido de la multitud es ensordecedor.
A mitad de camino lo alcanzan y lo derriban, pero logra escapar y reinicia la marcha en pos de su destino.

Acto III
Sudoroso, trepa apresurado el alambrado con ojos desorbitados y con la boca abierta en el incomparable grito mientras festeja el gol con su hinchada.

Legado - Jorge X. Antares


Legado - Jorge X. Antares
Lorea recogió la carta de correos. El cheque mensual del fondo vitalicio que le había legado su padre estaba dentro... Y también algo más. El fantasma de tio Albert le saludó desde una silla. Se encogió de hombros y le saludó. Con la herencia venía esta obligación. Se dio fuerzas pensando que sólo sería un mes y que luego su hermano Mon cargaría con el espíritu pesado el resto del año.

Foto: Kafka M1 HR

sábado, 10 de octubre de 2009

Deconstruyendo - José Vicente Ortuño


Un gran cocinero y un escritor de éxito acordaron halagarse mutuamente con lo mejor de su arte.
Le tocó primero al literato probar el menú que había encumbrado al otro a la fama. En el plato encontró un huevo, una patata y una cebolla, crudos y sin pelar, algo de aceite y sal.
—¿Qué es esto? —preguntó extrañado.
—Es tortilla de patata deconstruida —respondió el orgulloso cocinero.
Al novelista le fue imposible comerse la “tortilla”, lo cual ofendió grandemente al cocinero.
Al día siguiente el escritor se personó en el restaurante para entregar el cuento prometido. El cocinero tomó la página que éste le tendía y leyó:
“20 sustantivos, 15 artículos determinados, 16 artículos indeterminados, 19 adjetivos, 30 pronombres, 25 verbos, 14 adverbios y 3 conjunciones.”
—¿Pero esto qué es? —preguntó perplejo el cocinero.
—Pero, si está claro —respondió el escritor—, es literatura deconstruida.

Ungüento - José Luis Vasconcelos


Por años usó inútilmente pomadas para calmar la rasquera que descarapelaba su cráneo. Hasta que un ciego vendedor de ungüentos llegó a su hogar y le dijo: Use esto y no sufra más doña Medusa, no es caspa lo que tiene, sólo que su cabello siempre cambia de piel.

Frase bíblica (Lc 20, 20) - Antonio Cruz


Para César José

“Dad al César lo que es del César”, dijo el león.
La hiena, asustada, abandonó el banquete que se estaba dando con la osamenta de un ciervo y desde entonces come solamente carroña.

Espantosa agonía lenta de Pardiez Monamour, escritor de pluma fructífera – Héctor Ranea


Estaba nuestro héroe escribiendo un larguísimo poema de amor, cuando al sacar punta a la pluma de ganso inadvertidamente se hizo un tajo en la yema del índice de la mano izquierda. Tan largo fue su poema, tanta la pasión que Pardiez puso en él, que la sangre que manaba se hizo primero un charco, luego un río que, mezclado con la tinta y las barbas de la pluma, fue a llenar la tina del baño, luego, en hilos salió del apartamento, para aparecer en las cloacas y fue bebidos por inmundas ratas que tuvieron camadas de mutantes. Pardiez falleció exangüe después del último verso en el centésimo quincuagésimo nono folio, a poco de poner su firma en él. Las ratas ahora veneran ese poema que robaron del escritorio del poeta y conservan su cadáver momificado.

Postmortem - José Luis Zárate


Cuando el corazón se detiene, el cerebro sobrevive unos seis minutos. Los cadáveres conservan un tiempo una temperatura normal, a veces parpadean o hay un espasmo postmortem. Se han reportado cuerpos que gimen en la mesa de autopsias. A veces son gases que pasan por la garganta. A veces sólo son los tatuajes.

Tomado de: http://zarate.blogspot.com/

jueves, 8 de octubre de 2009

Viento soplando para el lado de los tomates - Sergio Gaut vel Hartman & Héctor Ranea


La abeja partió sonora esa mañana buscando flores frescas de tomate. Tenían una entrega para esa tarde, así que tomó la racha correspondiente, según la guía, pero se asustó al encontrarse que la corriente de aire estaba desorientada y buscaba lo que no sabía que buscaba y no buscaba lo que tenía y no quería lo que quería aunque lo quisiera. Se bajó rápido, aunque lejos del tomatal, esperaría la próxima ráfaga. No sea cosa que después en la colmena le reprochen una baja en la productividad.

Imagen: Pablo Picasso "Retrato de Mª Therese Walter" (detalle)

Sala de emergencias - Antonio Cruz


La mujer camina presurosa y desencajada. Busca con ansiedad hasta que lee: "SALA DE EMERGENCIAS". Entra sin dudar. Nadie la detiene. Todos están ocupados. Observa con atención al individuo de verde y a la mujer de blanco que trabajan con ímpetu frenético. Fija su mirada en el rostro del hombre que yace sobre la camilla. A pesar de la máscara de oxígeno y del tinte violáceo lo reconoce. Es él. ¡No estaba equivocada! Intenta avanzar hacia el enfermo pero duda. La desconciertan los ruidos de los aparatos. Se sacude la incertidumbre y avanza. Se acerca con extraña sutileza. Desplaza al médico y a la enfermera. Pone su mano en el pecho del enfermo; éste lanza un agónico gemido y expira. El médico cierra los ojos contrariado y la enfermera se queda tiesa.
Decepcionados abandonan la lucha. La dama del traje oscuro se aleja satisfecha.

(Seleccionado por la Universidad de Tucumán para su “PANORAMA DEL MICRORRELATO EN EL NOROESTE ARGENTINO”)


Imagen: Pablo Picasso "Ciencia y caridad"

Círculo vicioso - Adelaida Saucedo


Cuando ella murió, supo que tenía que hacer todo lo posible o incluso lo imposible para traerla de vuelta. Era su gran amor y nunca podría perdonarse no hacer lo que estuviese en su mano para hacerla vivir de nuevo. Completó el ritual e hizo el sacrificio más grande: dio su vida por ella.
Cuando ella despertó y le vio muerto a su lado, supo que tenía que hacer todo lo posible o incluso lo imposible para traerle de vuelta. Era su gran amor y nunca podría perdonarse no hacer lo que estuviese en su mano para hacerle vivir de nuevo. Completó el ritual e hizo el sacrificio más grande: dio su vida por él.

Imagen: Pablo Picasso "Madre con niño muerto"

Filosofia terminal - Laurent Girardon


Mi vecino de celda era un maldito filósofo. Ayer aún se interrogaba sobre los orígenes de la vida, de la muerte, de Dios… Esta mañana, los carceleros lo encontraron colgado de un cinturón. Deduzco que tuvo que encontrar ciertas respuestas.
Traducción del francés: Jacques Fuentealba


Imagen: Pablo Picasso "Retrato de Ambroise Vollard" (detalle)

Puntos de vista - Saturnino Rodríguez Riverón


Me he puesto a observar cómo se debate mi hijo en su escaso metro cúbico de cuna y no puedo más que pensar, mientras él me mira con bizarría desde su desarmante inocencia, si efectivamente está enjaulado detrás de los barrotes de madera o seré yo, desde su perspectiva, el encerrado, prisionero inexorable en la maldita realidad.

Imagen: Pablo Picasso "Fábrica en Horta del Ebro"

miércoles, 7 de octubre de 2009

Ida y vuelta – Sergio Gaut vel Hartman



Cuando se enamoró de aquella mujer supuso que se había limitado a responder al encantador llamado de las hormonas, tanto tiempo erradicadas de su vida. Pero no tardó en descubrir el error de ese enfoque: era su vida la que se había exiliado del sexo y que ahora, de un modo torpe, desmañado, casi grosero, trataba de encontrar el camino de regreso.

El poema más bello del mundo - Antonio Cruz


Cierta vez, las musas Eratos, Calíope y Talía decidieron usar un mortal para dirimir cual de ellas era capaz de provocar un estado tal de éxtasis que lo llevara a escribir un poema insuperable. Bajaron a la tierra una noche de primavera, eligieron a un poeta desconocido y cada una le dedicó un largo instante para tratar de inspirarlo de la manera más profunda pero no pudieron lograrlo porque el pobre estaba borracho de alegría. Esa tarde, había descubierto el amor y al llegar a su morada ya había escrito el poema más bello del mundo.

Siseneg - Daniel Frini





Seis días antes, murieron los animales. Cinco días antes, la lluvia mató toda vegetación. Cuatro días antes, la niebla borró cielo y firmamento. Tres días antes, el caos mezcló las aguas y la tierra. Dos días antes desapareció el hombre. En el último día, dije “apáguese la luz”. Después, descansé.

Besos subrepticios - Héctor Ranea


Besos subrepticios - Héctor Ranea
En las filas de pasajeros interestelares comenzó con timidez y luego fue confirmado en gran cantidad de casos: a las mujeres, que debían ser desnudadas antes de la inyección que les preparaban para la vida en suspenso vía coma químico, el androide encargado de hacerlo les daba un beso en el ombligo que les dejaba una marca bastante vergonzante e indeleble por el aceite usado en la saliva de estos aparatos.
Se lo reprogramó, pero el androide sólo cambiaba el lugar del ósculo. Finalmente hubo que sacrificarlo.
Ese día el androide lloró lágrimas del mismo aceite con el que dejaba sus marcas.

Lenguaje técnico 2 - Antonio Cruz


“¡Aguja!” Dice el hombre con autoridad. La mujer pone de manera firme una aguja con hilo en la mano abierta de él.
“¡Tijera!” Requiere el hombre un instante más tarde y la escena se repite.
“¡Bisturí!” Pide ahora el sujeto y la mujer lo mira enojada.
“Cuchillo querrás decir. Que seas uno de los mejores cirujanos de la ciudad no es motivo suficiente para que emplees tu lenguaje técnico hasta para preparar un vulgar matambre arrollado”.


(Citado por médicos en la mesa de café del Bar del Gordo Chicho, Santiago del Estero, 2008)

martes, 6 de octubre de 2009

Humor negro, africano – Sergio Gaut vel Hartman & Héctor Ranea


La maestra belga, en el Congo, pregunta a sus alumnos:
—Si le cortamos el brazo a este niño por no aportar la cuota diaria de leche de caucho, ¿hasta cuánto podrá contar de ahora en más?
—¡Hasta cinco señorita! —gritan a coro los niños, aplicados y alertas, a pesar de la ceguera. .
—No, ¡está mal! —replica ella, furiosa—. Apliquen sus cuatro sentidos restantes a la resolución de los problemas que les planteo o les arrancaré las orejas. Si no fueran unos negros retrasados mentales habrían descubierto que este niño es reincidente y ya le han cortado la otra mano y una pierna.

Civilizacion en ruinas - Saturnino Rodríguez Riverón


Gran pueblo, el griego. Hacían bien lo bueno, y bien además lo malo. Crearon dioses parecidos a los hombres y educaron hombres semejantes a los dioses. He ahí  nuestro comienzo, el inicio de la civilización occidental. De ahí partimos, de ese pueblo de excelentes arquitectos, capaces de construir ruinas con tan pasmosa perfección.

Cosas de chicos - Ester Guariniello


No entendía por qué lo escrutaban esos rostros espantados; ni tampoco los gritos desgarradores. Él había escuchado con claridad cuando la mamá y las tías, inclinadas sobre la cuna del bebé, decían: “Es un muñequito, con esos cachetitos gorditos; está para comérselo”.

Praga Holosevich - Antonio Jesús Cruz


La nieve cae sobre Praga. Mientras bajan las escaleras del hotel “Europa”, el hombre se vuelve a su esposa.
—Soñé que nos mataban a cuchillazos para robarnos.
—Tu y tus sueños —contesta irónicamente la mujer.
—Mis sueños siempre se cumplen —insiste el sujeto.
—Mentira —replica la mujer—. Hace veinte años que te aguanto y nunca se te cumplió ninguno —dice con la intención de hacerlo enojar.
—Sería prudente que no saliésemos del hotel.
—¿Y tú crees que por tus estúpidos sueños, que ya me tienen harta, dejaré de conocer ésta hermosa ciudad?
—Espero que no tengamos que arrepentirnos.
Un rato más tarde, mientras corre desesperado por los vacíos andenes de la estación de Praga Holosevich tapando con sus manos la herida que borborita en su costado, el hombre tiene la certeza de que, como siempre, su sueño se cumplirá inexorablemente.

Quejas y zumbidos – Héctor Ranea


No es que sea un tipo excepcionalmente obsesivo, pero Roberto se queja de muchos ruidos nocturnos cuya naturaleza nadie es capaz de discernir porque, entre otras cosas, casi nunca son percibidos por nadie de su familia. Lo mismo pasa con los olores, pero esa es otra historia. El tema con los ruidos es que no lo dejan dormir y ya está perdiendo peso, masa muscular, apetito, ganas de cortarse las uñas, entre otras pérdidas.
Escucha el zumbido de una mosca a cien metros en verano. Lo despiertan las hojas del árbol cuando caen.
En el duermevela en el que está es un peligro cuando maneja el automóvil pues casi no duerme desde que escuchó cómo la mujer le decía al otro, por teléfono:
—Es nada más que cuestión de tiempo. En cuanto Roberto se duerma, lo matamos.