Acto I
Corre desenfrenado sintiendo los trancos apresurados de sus perseguidores, pero está dispuesto a cumplir con su objetivo.
La multitud ruge como en el circo romano.
Casi lo alcanzan cuando logra realizar el disparo y sabe que ha tenido éxito.
Acto II
Eufórico por su éxito inicia una nueva carrera. Ahora los perseguidores son otros.
El rugido de la multitud es ensordecedor.
A mitad de camino lo alcanzan y lo derriban, pero logra escapar y reinicia la marcha en pos de su destino.
Acto III
Sudoroso, trepa apresurado el alambrado con ojos desorbitados y con la boca abierta en el incomparable grito mientras festeja el gol con su hinchada.
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