Cierta vez, las musas Eratos, Calíope y Talía decidieron usar un mortal para dirimir cual de ellas era capaz de provocar un estado tal de éxtasis que lo llevara a escribir un poema insuperable. Bajaron a la tierra una noche de primavera, eligieron a un poeta desconocido y cada una le dedicó un largo instante para tratar de inspirarlo de la manera más profunda pero no pudieron lograrlo porque el pobre estaba borracho de alegría. Esa tarde, había descubierto el amor y al llegar a su morada ya había escrito el poema más bello del mundo.
JUEGOS FLORALES 2024
Hace 2 meses
2 comentarios:
Las musas oficiales llegaron tarde, Antonio. Prefirió la suya, la de carne y hueso.
Un saludo.
Belo poema foi a inspiração para este conto! Muito lindo!
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