Un hombre.
Un hombre con sombrero sentado en una banca del parque.
Un reloj inmóvil, un recuerdo y un dolor profundo.
Unos labios.
Un domingo al amanecer.
Una cerradura abierta, un olor extraño.
Un portazo y gritos.
Un secreto a voces.
Una persecución por las escaleras.
Un abismo y un instante.
Una decisión.
Un día de lluvia.
Un funeral.
Un hombre, una banca, un parque, una vida rota.
El hombre se va. Esta fue su historia.
Tomado de: http://deesquinasyrincones.blogspot.com/
3 comentarios:
Eso fue una secuencia hermosa y triste, como las de las películas de Wim Wenders. Me encantó.
A mí también... es el más inteligente de la serie de cinco que leí.
esto sale bien con el concierto para piano nro. 1 de Philip Glass...
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