miércoles, 14 de diciembre de 2011

Breve y no tan breve – Javier López


—¿De veras cree que el prólogo es adecuado a mi obra? —pregunté a mi editor, con el convencimiento de que no lo era en absoluto.
—¿Lo duda? Hemos contratado al mejor ensayista de este país, el señor Claudio Sánchez Adorno, cuya pluma está reconocida internacionalmente...
—Sí, si eso está muy bien, pero...
—¿Pero? ¿Tiene algo que objetar al esfuerzo realizado por la editorial en la publicación de su libro?
—No, no quisiera parecer desagradecido. Tan solo dígame si no resultará algo excesivo un prólogo de ciento treinta páginas para una microficción de noventa y seis palabras.

3 comentarios:

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Lo que corresponde, en este caso, es un comentario de por lo menos mil palabras para una microficción que no llega a las ciento cincuenta. Pero no voy a ser tan obvio, y me limitaré a decir que disfruto cada texto de Javier como los niños disfrutan las golosinas. Será que, aunque no tenemos estilos similares, coincidimos en el enfoque y algunos objetivos, en especial en el gusto por lo autorreferencial y el guiño, algo que a muchos fastidia y a nosotros, a él, a algunos otros heliconios y a mí, nos parece lo más atractivo de esta actividad. O una porción atractiva, para morigerar un poco la cosa. ¡Bravo, Javi!

El Titán dijo...

es que en esa microficción estaba condensado el conocimiento de las teorías de la desviación, la anomia de Merton, el dodecafoinismo de Schonberg y unas recetas de Doña petrona...

Javier López dijo...

Sergio, ¿es usted familiar de Sánchez Adorno? Porque con sus 111 (número cabalístico donde los haya) palabras, ha superado las 96 de la ficción.
Bromas aparte, me ha emocionado ese comentario, y sobre todo que disfrutes con lo que escribo. Llevas razón, tenemos diferentes estilos pero a veces miradas parecidas sobre la realidad y la irrealidad. Es fácil de entender: donde hay un buen maestro, todo resulta mucho más sencillo. Y tu capacidad para lo autorreferencial y el guiño siempre me ha resultado sorprendente e ilustrativa. Algo tenía que aprender y aprehender...
Esteban, te faltó decir que encontré la unificación de las fuerzas gravitatorias, electromagnética, nuclear fuerte y débil. La verdad que tampoco sé si lo conseguí, quizá me faltaron 4 palabras para lograrlo. ¡Pero estoy en ello! Las recetas de Dña. Petrona, insuperables, oiga.
Un abrazo a los dos, es un gustazo enorme leeros.