lunes, 5 de diciembre de 2011

Desatino – Sergio Gaut vel Hartman


Una tarde de domingo en la que muchas personas toman sol en el parque, una potente ráfaga de viento parte una rama de pino; la rama vuela, se estrella en la cabeza de una mujer y la mata. La policía detiene al pino agresor, lo somete a prisión domiciliaria mientras se sustancia el juicio y tres meses después lo encuentra culpable de homicidio en primer grado, agravado por alevosía y lo condena a ser talado.
Un periodista, crítico feroz del sistema judicial humano, dice por TV:
—Una nueva prueba de necedad: la sociedad ajusticiará a un pino por asesinar a una mujer.
En cambio el pino, avanzada de una invasión alienígena, piensa que su plan ha sido descubierto, que la estrategia elegida ha fracasado; sabe que solo faltan horas para que todos sus compañeros, que acaban de tomar posesión de otros pinos, corran la misma suerte que él.

48 comentarios:

Anónimo dijo...

La potente ráfaga de viento, desmiente el resto del texto.

El nazi

Carlos Gamissans dijo...

Me gusta mucho el blog. Quimícamente impuro, pero literariamente puro. Saludos de parte de un amante de las letras.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

¡Qué vicio, tratar de torcer lo que uno escribe! La ráfaga de viento rompe la rama en contra de la voluntad del extraterrestre invasor. Nada se desmiente con eso. Pero debo ser indulgente: es sabido que no ha habido ningún nazi entre los grandes escritores del mundo y sí algunos judíos, además de docenas de escandinavos, latinos y alemanes que no pueden ser etiquetados con la svástica.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Gracias, Carlos; celebro que disfrutes nuestro blog.

Ishkur dijo...

Guillermo, creo que dado que núnca se relata si el árbol se da cuenta de qué es lo que rompe la rama, no desmiente el texto.

saludos,

Anónimo dijo...

El alienígena sabe que los demás pinos correrán la misma suerte: una potente ráfaga de viento les arrancará una rama que matará a una mujer, contra su voluntad.

Usted lo sabe, la potente ráfaga fue un error

Ishkur dijo...

Guillermo,

El alienígena sabe que los demás pinos correrán la misma suerte: ser talado.

El pino nunca vé el juicio, núnca oye la sentencia, el solo ve a las autoridades llegandolo a talar. Él posiblemente ni se inmutó de la muerte de la mujer tres meses antes.

El solo piensa que lo descubrieron.

yo sigo sin creer que fue un error.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

No vale la pena, Ishkur. Guillermo "necesita" que yo me haya equivocado para ahorrarse unos pesos de terapia...

Anónimo dijo...

Sergio hablemos de literatura. Yo le doy un punto de vista como lector, referido sólo al texto.
Usted cuestiona mi salud mental. No puede ser que los que objetamos algo necesitemos terapia.
Usted quiere que todos aprobemos lo que escribe, asi no va a crecer nunca
No debe cuidar el jardincito con tanto celo.
Igual los tendrá intercambiado elogios. No se aburre?

Javier López dijo...

Dios qué pesadez. Guillermo, ¿de verdad se encuentra usted capacitado para hablar de literatura después de las cosas que escribe?
Y no lo digo por defender a Sergio, que no lo necesita, ni siquiera por defender su cuento, y me importa poco si el árbol sabe o la rama sabe o el alienígena sabe. Todo eso me da igual. Pero las actitudes recalcitrantes me parecen, realmente, de mal gusto, y una falta de respeto hacia los autores y lectores.

Ogui dijo...

La única razón por la cual un extraterrestre hecho árbol no pudo resistir el viento es similar a la de los marcianos de Wells / Welles que no pudieron contra los gérmenes terráqueos. Me parece que ya basta, señor Iglesias. Hubiera sido bienvenido un cuento que refutara éste o cualesquiera otros, cientos de ellos. Pero esto, como dice Javier, cansa...

Anónimo dijo...

Además lo particular se actualiza. Lo general queda implícito.
Hablar de un sistema judicial "humano" es como aclarar que un caballo es cuadrúpedo.

El periodista impugna el sistema
pero cae en la misma necedad que denuncia, al afirmar que el pino "asesinó a una mujer"

Anónimo dijo...

Javier, Ogui... Niños, a ver si la cortan con esas posturas corportivas.
Parecen tías con la dignidad ofendida en medio de un té cansata.

Anónimo dijo...

Guillermo, qué tal. Usted abrió un juego que me interesó.
Participo: cuando volví a leer el cuento tras ver su comentario me dije "tiene razón", y me pregunté cómo no lo había visto antes. Pero releyendo, uno muy tranquilamente puede decir: el alien PREVIÓ la ráfaga, es decir, el viento es circunstancia necesaria del plan (¿o es menos verosímil eso que un árbol alien?), con que el texto sí tiene coherencia. No es el viento lo que complica al árbol, sino haber sido atrapado y, en su inocencia y sobre todo cola de paja, creer que ha sido "descubierto"; la intención del alien le retruca la apuesta al humor del periodista, de ahí que, también, me causó gracia el cuento.

Javier López dijo...

Guillermo, ya no necesito leerle más.
Mire, desde que empecé en el mundo blogger huelo desde lejos a la gente como usted, a los que enmascaran su propia incapacidad con la crítica sin sentido hacia el trabajo de los demás. Y no es corporativismo, porque le estaría diciendo esto mismo en cualquier otro lugar donde leyera sus necias palabras.
Al final, todos los acomplejados como usted se acaban desenmascarando, y cuando dejan de tener argumentos, acuden al insulto. Ogui y yo no somos niños, somos hombres, seguramente más hechos y derechos que usted. Además, eso de "tías con la dignidad ofendida" suena propio de un machista, de un prepotente y de una clase de gentuza que no es digna de estar entre escritores y lectores que tratan (hasta donde se les permite) de ser respetuosos.
Ya lo dije en otro post en el que vino usted a liarla: es mi última palabra. Por mi parte, puede irse por donde vino.

Anónimo dijo...

2Javier no soy malo escribiendo
Salvo que me hayan mentido.
Tengo un premio nacional "Textos Magistrales", obra publicada en antologías, y un libro con cuentos policiales "Ciudad", está en librosrenred.com. No lo publiqué yo.

Pero lo que deberías entender es que comento como lector y si hay alguna vanidad en impugnar una línea, no es mayor que la de elogiarla.

Anónimo dijo...

Nicolás, muchas gracias por el aporte enriquecedor de tu comentario.
Y por atenerte sólo al texto que nos convoca.
Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Javier
Cuando hablas de "desenmascarar", te refieres a mi foto de perfil o a la tuya?

Salemo dijo...

Esta vez, como no quiero ser catalogado como tía con la dignidad ofendida, me tomé el trabajo de analizar a fondo la postura del señor Iglesias y creo que al fin entiendo su posición ante los escritos ajenos. Se trata simplemente de problema de lógica; esa que él busca en todo relato. Su propia lógica, claro, pero no por eso menos válida, por supuesto.Está en todo su derecho. Creo que debemos respetar su posición, como lo ha hecho en su momento el señor E.A. Poe cuando el señor Iglesias de muy buenas maneras le hizo entender que en realidad en su famoso poema el animalito que repetía eso del "nunca más", además de que hubiese tratado de buscar sinónimos adecuados para no repetirse tanto,no podía ser de ninguna manera un cuervo ya que estos no hablan y la lógica y obvia opción pasaba por un hermoso loro. Al señor Poe no le quedó otra opción que darle la razón al señor Iglesias. Lamentablemente la prematura muerte de don Edgar no le otorgó el tiempo suficiente para corregir el susodicho poema, con lo que hubiésemos ganado todos los lectores.
Espero haber colaborado con las buenas relaciones que todos nos debemos en este hermoso ámbito de las letras que todos amamos.

Salemo dijo...

Perdón: me gustaría verlo aunque sea una vez por escrito. Así que en ausencia del autor, me tomo el atrevimiento: dijo el loro ¡Nunca más!
No sé si se ve/lee lindo, pero es mucho más lógico, no me digan que no.

Anónimo dijo...

Salemo, haceptamos que, en Caperucita, los lobos hablen. Pero nos desconcertaría que la niña y su abuela huyeran volando de la ferocidad lobuna. Porque en ese cuento, ni las niñas ni las abuelas están dotadas de la capacidad de volar.
El escritor, crea las leyes de su universo narrativo con entera libertad. Pero debe ser prisionero de esas leyes.
Esa es la única lógica que el lector solicita de un relato.

Javier López dijo...

¿Haceptamos? ¿Con esa ortografía se consiguen premios nacionales?
Yo cada vez entiendo menos. Y sobre mi "fotografía", es un avatar. Las fotos las pongo en Facebook para que la vean personas de mi confianza, no cualquier chiflado de los que andan por ahí sueltos.
¿Y cómo puede tener la desfachatez de hablar de "atenerse solo al texto"? Yo no le falté el respeto, usted sí nos lo faltó a nosotros. Y aún en el caso de que hubiera "corporativismo", como dice, eso no le otorga ningún derecho.

Anónimo dijo...

Salemo: La ironía requiere mucho talento. Pero no te desanimes.

Anónimo dijo...

javier me llamaste chiflado, necio, enmascardo, machista, gentuza.

Impugné una línea del buen texto de Sergio. Me parece que lo debilita.
Puedo estar equivocado.
No debes ponerte histérico.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

En ajedrez de alto nivel se dice que algunos jugadores pretenden hacerse famosos a costa de perder partidas, jugando aperturas inferiores, claramente bizarras y refutadas. Veo que en el "caso Iglesias" ocurre algo similar. El sujeto "impugna" una línea y espera el vendaval, con lo que logra un poco de atención y enerva a más de uno, lo que le produce alguna clase de placer perverso, aunque pequeño. Me empiezan a gustar estas intervenciones de Iglesias y propongo que lo irritemos, pero poco, no sea cosa que desaparezca y nos prive de sus Gambitos de Rey o Letón, por no hablar de las aperturas Ware, Orangután, Desprez, Barnes, Clemenz, Durkin o Amar, reservadas solo a los ajedrecistas más perturbados. ¿Es suficiente el bocado de atención que le ofrecimos, por la mañana de hoy, amigo Gillermo?

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

No puedo negar que esta conversación ha sido enriquecedora. Hoy, en cuanto tenga un rato libre, me dedicaré a escribir un cuento en el que el autor cree reglas lógicas y las vulnere al encarar el siguiente párrafo. ¿Sería mucho atrevimiento dedicarle tal engendro a William Church?

Anónimo dijo...

Sergio, a mi me parece estimulante. Leí otros relatos y noté que no hay comentarios. “Denostemos a Iglesias” parece, por lo menos, aguzar el ingenio crítico de algunos comentaristas. Es como si una “fuerte ráfaga de viento” los pusiera a escribir con mucho entusiasmo. El ejercicio no le hace mal a nadie.
Me gustó tu cuento, realmente sentí que esa línea que impugno, lo debilitaba.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Contrariamente a lo que suponés, Guillermo, no me molestan las críticas. Y, en cambio, me molestan los elogios; prefiero expresiones de jubilo interior más emocionales, en todo caso, y no algo estructurado. Lo que te impugno, en todo caso, y es lo mismo que ocurrió la otra vez, es tu apego "moral" a la lógica: si es lógico está bien, robustece, fortifica; si no lo es debilita, empobrece. ¿De qué manual del alumno de cuarto grado de una escuela regenteada por el Opus Dei sacaste eso? Podría hacer una lista que pase por Jarry, Lafferty, Bunch, Picabia, Ionesco, Aldiss y muchos más que usaron la ilógica para patearle el culo a los burgueses estructurados y timoratos. Miralo desde otro punto de vista: tratá por un momento de ser árbol, alienígena, alfil de ajedrez y verás que la ilógica tiene su miga... y descubrirás un placer que hasta ahora te resultó ajeno... el placer de lo imperfecto... en el caso de que mi cuentito adolezca de esa falla... que no adolece.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo, Sergio. Pero es que no hablo de lógica formal. Hablo de las relaciones de necesidad que el autor crea cuando propone su mundo imaginario. La kriptonita debilita a Superman. Todo lo que digo de este asunto es que Superman, en presencia de la maldita Kriptonita , debe debilitarse para no traicionar el mundo propuesto por el autor.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

No, Guillermo; eso es, desde mi punto de vista, un error. En literatura esa regla no vale, no importa, no interesa. Si Superman se debilita con la kriptonita SIEMPRE y yo escribo un texto en el que eso no ocurre no estoy vulnerando ninguna regla que deba respetar a rajatabla. En ese caso la nueva regla es que se vulnera la regla. ¿Tanto te cuesta desestructurarte?

Ogui dijo...

A partir de estos últimos comentarios, la cosa empieza a tener otro color. Podría poner "me gusta" y sentarme a leer. Objeto la cuestión de tratarnos como de reaccionar corporativamente. En realidad, este blog está gestionado por muchos, de modo que actuaríamos en tanto editores, no de fuerza de choque.
Respecto a la lógica interna de un cuento, si respetarla o no, admito que yo trato de hacerlo pero no me parece un límite infranqueable.
El tema sobre la kriptonita creo que muestra dos maneras de ver el mundo literario. En la repetición de la acción deletérea de la misma sobre el héroe, se busca la construcción de un relato de larga duración. En la otra versión, la sorpresa pura, el efecto es precisamente la inversa: nadie está seguro de nada y quien lo está, se sorprende y quien no, disfruta.

El Titán dijo...

ah, brillante teoría literaria; dos cosas: no coincido con Iglesias en cuanto a la lógica del texto, soy más de la postura de Sergio, por lo tanto, creo que esta mal impugnada esa línea; en cuanto a sí en un debate caluroso como este debemos solo limitarnos al plano literario estoy como dividido: por un lado es cierto que si corremos el eje con chicanas, y lo dice un militante político je je, lo único que logramos es no hablar de nada; ahora bien, también es cierto que no hay reglas para debatir y las chicanas, los golpes bajos, las metáforas, son parte del juego y enriquecen el pensamiento y acrecientan el humor. Así que don Iglesias no se enoje: juegue que es su turno y yo ya moví mi pieza, un árbol herido por el viento...

Anónimo dijo...

No se le debe “mentir al lector”, no se lo debe inducir a falsas inferencias, salvo que estas sean argumentales. Pero existe efectivamente una precedencia lógica en la voz del narrador. Es con la voz narrativa que se celebra el pacto ficcional , esa suspensión de la incredulidad de la que habló Coleridge.
Un personaje dice “es uno”, el otro personaje dice “es dos”. Si el narrador dice que el primero tiene la razón, nosotros lo aceptamos como cierto. Porque el narrador tiene la precedencia lógica de la verdad. Aunque hable de kriptonita, o de lobos parlantes.

Anónimo dijo...

Cuando la espada de Frodo se pone azul, el lector sabe que se acercan los horcos
Si en lugar de un horco, aparece Angelina Jolie, la excepción a esa regla creada por el autor debe justificarse argumentalmente. Si el lector no puede creer en el narrador, no lee.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

No y no, Iglesias, no tiene por qué ser así. En un párrafo de un cuento propio reciente escribí esto: "La voz en las sombras se materializa y avanza hacia el emperador. Es un hombre alto, de cabello canoso; en su mano izquierda A tiene una botella de Bishop's Blend 2008, un vino de rara fragancia compuesto por un 39% de Cabernet Sauvignon, un 38% Malbec, un 11% Syrah, un 9% de Merlot 9%, un 3% Franc Cab y está aromatizado con jugo de moras, pimienta negra, vainilla y otras especias. En la mano izquierda B tiene una pistola Sig-Sauer P220. No tiene mano derecha". El cuento se llama "Metiéndose la lógica en el culo". Como dice Esteban, este debate corporativo tiene por objeto reeducar a Guillermo Iglesias, alias William Church y también Гильермо церковь.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

La nutria de "Cosas de niños" de Theodore Sturgeon lee "Si el lector no puede creer en el narrador, no lee" y garabatea la misma respuesta: "¡Qué disparate!"

Anónimo dijo...

De Sturgeon sólo leí Más que humano, Los cristales soñadores y Regreso.
Es genial

Salemo dijo...

Juro que hasta ahora no me desanimaba, pero a partir de su comentario empezaré a a hacerlo, don Iglesias.
Sigue sin entender nada: ¿Cuál es el problema si en una versión de Caperucita ella y la abuela vuelan? ¿O si violan al lobo,eh? Se ve que a usted le sobra talento y le falta imaginación y solo se limita a refutar argumentos mediocres e irónicos con agresiones personales. Y bueno, el problema lo tiene usted, debería hacerse cargo, don nazi ( no es agresión es solo llamarlo como usted se denomina en su primer comentario como para tener una amabilidad).

Anónimo dijo...

En tu ejemplo, Sergio, si el personaje con dos manos izquierdas,
en el párrafo siguiente toca el piano con la derecha, abandono la lectura.

Anónimo dijo...

No sé... Siento que, en el fondo, ustedes me quieren
O que ustedes me quieren el en fondo.
O las dos cosas.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

¿Nosotros, quiénes? ¿Ogui y yo? ¿Esteban, Salemo y Javi? ¿Javi y Javi? ¿Los 29 magníficos? ¿Yo y mis clones? ¿En qué fondo? ¿El FMI? ¿El fondo del pozo de Eduardo Abel Gimenez? ¿Fondo de la Legua y Panamericana? No, yo no te quiero porque mi irreligión no lo permite. Y, aparte, sos muy feo...

Salemo dijo...

Esto es muy personal: a mi esos ojos no me dejan indiferente del todo, debo confesarlo.En cuanto me decida a cambiar de bando,Guillermo será una de mis alternativas de experimentación.

Anónimo dijo...

Jajajajajaja!!!!
Bueno... ahora escriban algo, asi no me gusta y empezamos de nuevo..

El Titán dijo...

eso, eso: por qué no impugna otros textos?

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Porque concentrándose en uno solo logra mayor audiencia. En el fondo, todo nazi es un huerfanito desvalido que necesita llamar la atención.

Anónimo dijo...

Sergio, eso ya es de peluquería de damas. En la foto parecés un tipo adulto.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

¿Y qué tienen de malo las peluquerías de señoras? ¿Otra vuelta de tuerca de tu misoginia? Mirá, Guillermito, harías bien en poner distancia con nosotros, y si no la ponés vamos a ponerla nosotros. Porque como somos una corporación mixta de judíos putos, negros sucios y mujeres inferiores, este es un ambiente que un chico nazi sanito como vos no debería frecuentar. La gente anormal que se nos acerca para que les publiquemos textos bizarros, para participar en los libros dementes que compilamos, para compartir experiencias extremas y perversas, para ir a comer asados de carne podrida o para hacer lecturas en antros de perdición, no son vinculaciones que te convengan. Por todo esto: andate y no regreses; evitá contaminarte con nosotros. Y si no te vas, ejerceré las prerrogativas de mi función y no te aprobaré un solo mensaje más. Tal vez te extrañemos, pero somos gente sufrida, y al cabo de un tiempo nos vamos a olvidar que existís. ¿Te queda claro?

María del Pilar dijo...

Muy buen cuento, Sergio. Personalmente me gustó. Teniendo en cuenta el título (Desatino) es lógico que hay que enfocar la lectura desde ese costado irónico que contiene el relato. La ráfaga de viento es solo el puntapié inicial a toda la cadena de incidentes que va a concluir con la destrucción de los alienígenas.