martes, 3 de enero de 2012

Yoni bi gud – Armando Rosselot


El Jhonny nunca quiso oír lo que le decían. Era llevado a sus ideas y como querido líder de su pasaje, le gustaba que todos los demás lo siguieran. Cuando cabro chico las niñas se le tiraban al cogote, cuando crecieron se le tiraban a otras partes, pero bueno, todo cambió cuando llegaron los vecinos de atrás. Ahí el Jhonny comenzó a vender “paquetitos”, así luego de un tiempo, mandaba a otros a venderlos. Un día se creyó cowboy y se fue de tres tunazos en la cabeza. Pobre cabro leso, nunca entendió. Está solo. Mañana, dicen, lo desconectan.

No hay comentarios: