martes, 30 de julio de 2013
Quiromancia - Miguel Díaz Mirón y Keusch
Le advierto que llevo prisa, pero dejaré que lea la palma de mi mano con la condición de que después me permita leer la suya", le dije cortésmente a la gitana. Fiel al pacto que acordamos, aún conservo su mano en la nevera en espera de una lectura consagrada, profunda.
Miguel Diaz Miron y Keusch
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario