lunes, 6 de septiembre de 2010

De cuentos V - Daniel Frini


—¡Ya van a ver cuando sea grande, manga de pelandrunes! ―decía el Patito Feo, llorando, ante las carcajadas de sus hermanos. Ya se sabe lo crueles que pueden ser los niños.
Al crecer, todos dejaron la laguna materna para conocer otras; con buena suerte algunos, mejor los demás.
El Patito Feo no. El se quedó en su «terruño», donde al menos lo conocían. Ya no se burlan de su aspecto y, por cansancio, se ganó cierto respeto. Sólo de tanto en tanto algún patito nuevo se asusta. Quedó pato, quedó feo. Jamás fue bello, jamás fue cisne.

Sobre el autor: Daniel Frini

5 comentarios:

Unknown dijo...

¿Este narrador me está nombrando? ja já
Saludos!

Claudia Sánchez dijo...

Me gusta eso de relacionar la belleza con el abandono del nido. Pero, mirá qué osadía la mía... me hubiera gustado que terminara en "quedó pato, quedó feo".
Saludos!

Wild Ceci dijo...

Y ésa

Es la verdader historia...


del Patito Feo!!!!

Siempre lo supeeeeeeee

Laura dijo...

uy,a mi me gustan más los patos que los cisnes, bueno, dicen que sobre gustos...Bien por el patito que siguió siendo pato de principio a fin.

Anónimo dijo...

buen cuento, sisi.