jueves, 10 de noviembre de 2011

Día de la madre - Lilian Elphick


Querido diario:
Hoy destapé el WC con soda cáustica; lavé la ropa a mano (máquina descompuesta) y la planché. Preparé niños envueltos para diez familiares que me visitaron; los atendí; oí sus logros, penas, frustraciones; me maldije por no tener diez floreros para los diez ramos de flores. Lavé los platos; serví el postre y el café. Algunos durmieron siesta: los cubrí con una frazada. Más tarde, se fueron dejando una estela de migas, servilletas, restos de niños debajo de las alfombras. Las flores estaban hediondas; el tacho de basura estaba repleto. Tuve que trapear el piso con cloro, mientras el perro se cagaba en la entrada de la casa.
Estoy cansada. No sobró comida.
Ay, ya se me estaba olvidando, ¡qué cabeza!: debo deshacerme del veneno. Y a ti, querido, tendré que quemarte.

6 comentarios:

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Maravillosamente negro, como corresponde. Felicitaciones, Lilian...

Unknown dijo...

Humor negro si los hay...
Grande, Lilian!!!

Abol dijo...

Gracias, Sergio. Un abrazoso,
Lilian.

Javier López dijo...

Genial, qué buen cuento.

Ogui dijo...

¡Excelente, como siempre, Lilian!

Eduardo Mancilla dijo...

Me gusta todo lo que escribe Lilian pero éste cuento me fascinó.