martes, 10 de abril de 2012

Hijo bastardo – Xavier Blanco


Desde la cornisa del piso veinte todo se divisa distinto. Tal vez la vida es así, diminuta como un enjambre de hormigas. Hace frío, el sudor surca mi frente, el viento ruge y las nubes tienen boca de elefante. Todo hubiera sido distinto si aquellos documentos no se hubieran cruzado en mi camino. Pero algunas veces el muro de la existencia se agrieta y quedas atrapado en ese socavón que producen los recuerdos. Yo sólo le enseñé el cartapacio lleno de pruebas irrefutables, y él me gritó jocoso: “sólo eres un perdedor, un fracasado, igual que tu madre”. Mañana el asesinato de Don Marcial -insigne abogado- será portada de todos los diarios. Yo -un miserable camello-, sólo mereceré dos líneas en la página de sucesos. Mientras mi cuerpo se precipita al vacío no puedo dejar de reírme. Llueve plomo, llueve sangre: no importa la página, los dos estaremos muertos.

© Xavier Blanco 2012
Tomado del blog: Caleidoscopio

3 comentarios:

Arturo dijo...

Está muy bueno: bien creada la atmósfera e insinuados los motivos.
Habla de amores y desamores muy profundos.
Con todo respeto y modestia, sugiero lo siguiente:
Si se modificara el texto e indicara que la madre está muerta, se agregaría dramatismo a la historia. A la vez, reforzaría el remate. Puesto que indicaría que no queda una madre sufrida tras la muerte del hijo amado...

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Disiento con Arturo. Enmendarle la plana al autor, desde el punto de vista conceptual, es como si el que comenta reescribiera el cuento que ÉL desea escribir, y perdiendo de vista lo que el autor quiso expresar. Y eso de "que no queda una madre sufrida tras la muerte del hijo amado" es bastante cursi. ¿Por qué no puede estar viva la madre? ¿No es posible pensar que existen madres que no sufren la muerte de un hijo? Se respeta la modestia del comentario, pero me resulta poco acertado.

Susana Camps dijo...

Me parece un micro de una enorme carga dramática, articulado sobre una muerte doble que obliga a releer la trama para descubrir las asociaciones ocultas. Pienso que la concentración argumental es tan intensa que no son necesarias más elucubraciones sobre la situación de los personajes externos a la escena.
Me ha gustado mucho. Abrazos.