viernes, 9 de marzo de 2012

Mulitas de alta velocidad – Héctor Ranea


Al Charo Figuerencio no le gana nadie en velocidad. Cocinero en jefe de las gamelas de los carboníferos, era capaz de cocinar mulitas en simultáneo mejor que un maestro de ajedrez derrotaba adversarios. Así que cuando pusieran ese deporte en la tele, razonaban todos, el Charo se hacía famoso, recontrafamoso.

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3 comentarios:

El Titán dijo...

todo por la fama...yo prefiero ser lento y morir abrazado a una amapola...

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Me gustó ese deporte. Me entrenaré...

Ogui dijo...

¿Y si uno se muere como abrazáu a un rencor? :)