jueves, 6 de junio de 2013

Música gitana – Héctor Ranea


—Si me caigo, no me levanto —dijo Nietzsche, con la voz cansada.
—¡Hombre, siga; si se cae se nos termina la música! —lancé yo mientras con el bajo acompañaba una intervención solista de un gitano con guitarra.
La música se iba alejando, alejando. Parecía no tener horizonte, como un águila cuando vuela.
—Estoy pendiente de un poema y colgado de una maravilla. A lo lejos, la música recuerda cómo he muerto y en recordarme muerto vivo, camino.
—Por eso, no recuerde, baile. ¡Baile!
—Todo es inútil; usted no lo ve. Yo sé cómo es ese horizonte. La música es el error que convierte al mundo en un error si no se hubiera inventado.
Se fue yendo la música de mis dedos como si no me perteneciera; el gitano me sonreía como si me viera; Nietzsche veía ya todo turbio.

Sobre el autor: Héctor Ranea

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