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Su madre fue, como todos los días, a la hora del té. Ambas tenían que darse una noticia.
Mamá, la gente dice que estás muerta.
Qué tontería más grande.
Sí, ¿verdad? Me alegra de que no te lo hayas tomado mal. ¿Y tú, qué tenías para contarme?
He venido a buscarte.
1 comentario:
Redondo y perfecto como un anillo de compromiso,o una serpiente mordiéndose la cola, o la vida que empieza y necesariamente termina.
Felicitaciones Samanta
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