A Antonio Cruz
―Nada por aquí…nada por allá ―dice el ilusionista tocando con la varita mágica la caja de vidrio rectangular, cubierta con un pañuelo rojo.
Hace una inclinación de cabeza frente al expectante público, se arremanga los puños de la levita y muestra el interior de la galera: “Nada por aquí… nada por allá”.
Al retirar el paño de seda, aparece un pez azul de ondulante cola tornasolada, que nada por aquí y nada por allá entre las algas de la pequeña pecera.
Hace una inclinación de cabeza frente al expectante público, se arremanga los puños de la levita y muestra el interior de la galera: “Nada por aquí… nada por allá”.
Al retirar el paño de seda, aparece un pez azul de ondulante cola tornasolada, que nada por aquí y nada por allá entre las algas de la pequeña pecera.
Tomado de En los Esteros
Imagen: Wilno, de Jan Wdowiszewski
2 comentarios:
Como juego de palabras gracioso me gustó.
Sencillo, pero lindo.
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