—Usted ha dejado de ser un escritor.
—¿Por qué?
—Sus microficciones adolecen de un defecto insalvable.
El escritor rió. —¿Porque en lugar de escribir, dicto? No sabe qué maravilloso programa es este.
—Sí, lo sé. Pero no lo decía por eso. Me refiero a que usted se ha vuelto autorreferencial: sólo escribe acerca de escritores que escriben microficciones.
—Se equivoca. Son las microficciones las que han adquirido ese vicio deplorable; yo me limito a reproducir lo que ellas me dictan.
—Entonces… usted…
—En efecto, sólo soy un personaje. —Pareció que la carcajada iba impedir el resto de la frase, pero finalmente pudo completarla—. Pero usted no es ni siquiera eso.
3 comentarios:
..."Pero, usted, no es ni siquiera eso." Magistral. Un microrrelato de excelencia. Qué decir: una delica las líneas de díalogo. ¡Felicitaciones!
Chapeau!
Ahhh buenísimoooooo!!!!
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