—¿Qué le anda pasando?
—Verá, doctor; desde hace algún tiempo me siento nervioso, perplejo. Ellos aparecieron de repente y se fueron de inmediato. ¿Qué ocurriría si regresaran y resolvieran quedarse? Soy un hombre práctico y debo tomar este asunto con la mayor seriedad: quiénes son, cómo vinieron y qué buscan aquí. En el nivel más elemental, debo pensar en mis propios cambios; debo estar preparado. ¿Y si yo fuera completamente redundante en el sistema de ellos?
—¿A qué se dedica?
—Escribo cuentos fantásticos, como éste, en el que acabo de incluirlo a usted.
—En ese caso, ¿no soy real?
—No lo es, lo siento.
—Entonces no se preocupe: ellos tampoco.
—¿Y yo?
—Menos que menos.
—Verá, doctor; desde hace algún tiempo me siento nervioso, perplejo. Ellos aparecieron de repente y se fueron de inmediato. ¿Qué ocurriría si regresaran y resolvieran quedarse? Soy un hombre práctico y debo tomar este asunto con la mayor seriedad: quiénes son, cómo vinieron y qué buscan aquí. En el nivel más elemental, debo pensar en mis propios cambios; debo estar preparado. ¿Y si yo fuera completamente redundante en el sistema de ellos?
—¿A qué se dedica?
—Escribo cuentos fantásticos, como éste, en el que acabo de incluirlo a usted.
—En ese caso, ¿no soy real?
—No lo es, lo siento.
—Entonces no se preocupe: ellos tampoco.
—¿Y yo?
—Menos que menos.
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