S'rrad G'mamo no es una ciudad sino cinco concéntricas. Y cada una de estas ciudades está separada de la otra por una muralla con una única puerta. La muralla exterior puede ser atravesada por cualquiera, pero no por los extranjeros. La segunda muralla sólo puede ser cruzada por los guerreros, los nobles y los sacerdotes. La tercera muralla sólo por los nobles y los sacerdotes. La cuarta muralla sólo por los sacerdotes. Y la última muralla no puede ser atravesada por nadie, absolutamente nadie.
Sin embargo, los sacerdotes afirman que todas las noches se escuchan tras los muros risas, músicas, gritos, aplausos, palmas y otros sonidos de fiesta y que todas las mañanas aparecen tachos de basura repletos junto a la puerta que jamás se abre.
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