Claro que puedes hacerlo, Chus, cómo no vas a poder. Sólo es una multiplicación. Y de las fáciles. Venga, por favor, por lo menos esfuérzate un poco, hazlo por nosotros. Sabes que confiamos en ti, eres capaz de esto y de mucho más. Inténtalo, por lo menos. Además, hasta que no termines la multiplicación no podemos ir a comer, ya lo sabes. Primero son las obligaciones. Y mira ya qué hora es. Nosotros empezamos a estar hambrientos, ¿tú no? Está bien, si quieres te podemos ayudar un poco, pero debes hacerlo tu solito, ¿de acuerdo?
Harto de tanta insistencia, Jesús cogió los panes y los peces, y los multiplicó.
Harto de tanta insistencia, Jesús cogió los panes y los peces, y los multiplicó.
Tomado de http://realidadesparalelos.blogspot.com/
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