La maldita rata es capaz de leerme el pensamiento. Sabe cuando me escondo para cazarla (levanta sus patitas para burlarse de mi ingenuidad); cuando le dejo veneno (agita violentamente su bigote para imprecarme) y hasta cuando tengo pensamientos hostiles hacia ella (me mira pensativa). Además me vigila cuando estoy meditando y mueve las patas como queriendo dar una opinión. Después de meses de una guerra sin cuartel (en la que yo pierdo siempre), he optado por intentar una convivencia pacífica; pero no sabiendo cómo aprovechar ese maravilloso don que tiene, la siento a mi lado en el sofá y dejo que ella maneje el control remoto del televisor.
Tomado del blog: http://www.minicuento.com/
Sobre el autor: Alejandro Ramírez Giraldo
1 comentario:
Vaya, creo este ha sido uno de los minicuentos de Alejandro que más me satisfacen. Realmente bueno.
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