Hacía calor. Ahorro de energía –pensó. También pensó en los pájaros: con esta sequía no tendrían dónde beber. Puso una batea de enlozado con agua para los volátiles. Al terminar el día debió colar el agua de piojos y plumas, la hirvió con zanahorias, puerros y cebollas. Tenía caldo para el invierno. Los pajaritos hervidos los comería esa noche, al aflojar el calor, viendo una película con Sidney Poitier y Rod Steiger, dirigida por Norman Jewison. Un peliculón.
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