viernes, 23 de abril de 2010

Impuntualidad femenina - Karla Preciado Mendoza


Querida Tamar:

Desde pequeño he odiado las demoras. Ya se ha ocultado el sol y ha venido la luna, mujer impuntual. Ayer acordamos estar al atardecer en tu cuerpo. Te dejo y sigilosamente me aproximo al mío.

Onán.

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