El cazador tensó el arco, respiró hondo; el secreto estaba en la respiración. “Que el disparo te sorprenda”, oyó decir a su instructor en la cabeza. El cervatillo levantó la vista asustado y comenzó a correr.
―Debo pensar más bajo– se dijo y volvió a dormir.
―Debo pensar más bajo– se dijo y volvió a dormir.
Tomado de Apología de los Miedos
3 comentarios:
Excelente microrrelato, genial
MUY BUEN REMANTE, ME GUSTÓ !
Interesante final, abre la puerta a otras voces, a otros mundos. Muy bueno.
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