sábado, 26 de junio de 2010

Insoluble – Sergio Gaut vel Hartman


No existe ninguna razón para suponer que hay alguien más en la habitación; todos los indicios apuntan en sentido contrario. Me encerré con el propósito de terminar de escribir este cuento y es preciso que sea de este modo: el siguiente es el último día del plazo para entregarlo. Pero tras siete cigarrillos, cuatro tazas de café y tres horas de estrujarme el cerebro, sólo he adicionado setenta y ocho palabras al titulo. Y en cuanto a la calidad… Estoy demasiado desquiciado por el cansancio como para que eso importe. Lo único que quiero es terminarlo, completar las ciento cincuenta palabras requeridas y luego tomarme tres litros de cerveza y dormir una semana entera. Alzo los ojos y les permito que vaguen de la puerta a la ventana y del suelo al techo. No obstante, y en contra de todos los pronósticos, el asesino sale del armario y me liquida.

2 comentarios:

MARIA PIA DANIELSEN dijo...

Me gustó Sergio! Me sentí identificada.. jaja
Sobrevuela sutil la ironía y el humor. Saludos!

María Taltavull dijo...

Magnífico. Condensa bien varias líneas de lectura, tantas capas en apenas unas cuantas palabras. La autorreflexión sobre el texto mismo, la desesperación del escritor frente a la "hoja en blanco", lo insoluble, la muerte que baja, por nombrar sólo algunas...